A unas semanas de su revelación, Fiat tuvo el gusto de contarnos todos los detalles de su nuevo compacto urbano, el Grande Panda. Modelo que, es cierto, está basado en el Citroën C3 europeo y como tal comparte bastantes elementos, a excepción del diseño que consideramos tiene todo para triunfar a nivel global. Porque pequeños vehículos con gran estilo son escasos en este panorama cargado de crossovers.
Es más, Fiat se atreve a decir entre todos los detalles que el Grande Panda podría llegar a Canadá y Estados Unidos. Realmente es un modelo global, sea en sabor eléctrico o híbrido ligero porque sí, esas son las versiones de este city car que promete estar debajo de los 20 a 22.000 euros.
En presentación eléctrica e híbrida
Vamos primero con los detalles del Fiat Grande Panda eléctrico, ese que quiere tomar por sorpresa al mundo. Vendrá dotado con una batería razonable de 44 kWh, alimentando un motor frontal que entrega 111 hp y posee un rango estimado de 314 km, suficiente para recorrer trayectos urbanos en una semana. Algo curioso es que el cable de carga es capaz de recibir corriente alterna de hasta 7 kWh, acelerando el proceso de recarga con una toma hogareña.
Por el lado del Grande Panda híbrido, tendremos un motor 1,2 turbo de tres cilindros con 100 hp y un sistema de 48 voltios para reducir el consumo y añadir una pizca de torque. Mismas figuras que el C3 con el que comparte plataforma. Ello significa que existirán transmisiones manuales y automáticas para tenerlos a todos contentos.
En total, el Grande Panda medirá unos “compactos” 3,9 metros de largo, con un baúl de 361 litros y espacio para cinco ocupantes. Ya hablamos de su diseño retro, pero recuerde que es un tributo al Panda original, con varios elementos juveniles para adornar todo. Y Fiat tiene serias intenciones de llevarlo a todos los mercados que sea posible.
Interior tan juvenil como un par de jeans
En adición, Fiat nos mostró con lujo y detalles el interior del Grande Panda y tenemos que reconocer que estamos impresionados.
Es cierto, hay dos grandes pantallas (de 10”), pero los botones físicos se mantienen. Es más, mire el bisel que rodea esas inerfaces en forma de óvalo, es una referencia directa a la pista de pruebas de Lingotto, con todo y un “mini Panda” dando vueltas en este elemento, bellísimo si me lo pregunta.
Colores frescos como el azul, verde y blanco se entremezclan, acentuados por paneles de bambú “Bambox” que recorren el tablero. Note mensajes como el “Panda hecho con amor” en los asientos, los buenos espacios de almacenamiento y la simpleza colorida de todo.
Ahora sólo queda aguardar a que Fiat comience a llevar al Grande Panda a todo el mundo, porque una vez más, autos urbanos así de joviales, bien diseñados y con atención al detalle son difíciles de encontrar estos días.