Porque nunca es suficiente, Ford acaba de sumar otra versión más a la familia F-150 y, para tal ocasión, decidieron traer un nombre familiar. No es SVT ni Lightning sino Lobo, nombre que ya adornó a la Maverick y es el turno para la Ford F-150 de unirse una vez más a la cultura street truck. Es decir, pickups de todos los tamaños orientadas para uso urbano, con suspensiones rebajadas, motores potentes y bodykits por doquier.
Lobo también es el nombre con el que se conoce a la Ford F-150 en regiones como México, denominación que la marca decidió usar para esta versión. Una que nos recuerda a las SVT Lightning, nombre que ahora adorna a la F-150 eléctrica, y que opta por lucir ruda, tener suspensión deportiva y un V8, por encima de cualquier otra fórmula.
El nombre Lobo se une a una lista larga de modelos especiales, como Tremor, Raptor, Lariat y King Ranch en la familia de la Ford F-150 y es cuestión de tiempo para que emerja una Ranger Lobo para completar la trifecta de pickups “callejeras”.
Un lobo en el armario, digo las calles
La fórmula de la Ford F-150 Lobo es simple y va dirigida a un nicho bastante específico. Ford parte de la F-150 STX doble cabina, en sí una Tremor “light”, reemplazando el paquete FX4 por todo lo opuesto.
Para empezar, la suspensión fue rebajada unos 5 cm, con amortiguadores más deportivos. Rines de 22” y llantas Bridgestone de bajo perfil ayudan a que la F-150 lobo se vea “más cercana al suelo”, al igual que un bodykit que suma faldones y un frente más agresivo. Las luces y detalles de la carrocería fueron oscurecidos para un contraste dramático con los LED que atraviesan la parrilla.
Todo, de hecho, fue oscurecido. Como las tomas de aire y el capó con inducción al frente, los logos y los escapes. Lo único que faltó fue que la F-150 Lobo fuera de sólo una cabina como las Lightning de antaño, así como está nos recuerda a las Ford Harley-Davidson de principios de milenio.
V8 más ruidoso e intimidante
Bajo el capó encontramos el V8 de 5 litros de Ford, disponible en otras F-150. Produce 400 hp y 556 Nm a las cuatro ruedas, nada excepcional si lo compara con la Raptor o la F-150 híbrida. Sin embargo, es un V8 con bastante torque a bajo régimen, un escape doble de alto flujo que suena malvado e intimidante. Sólo faltaron las levas en el volante, para una conducción más entretenida con esa transmisión automática de 10 marchas.
Su cabina es más equipada que una F-150 XLT o STX, con pantalla de 12”, clúster digital de 12”, asientos en cuero y tela con costuras, aire acondicionado automático, puertos de 110V y USB, ya sabe todo el equipamiento de una F-150 intermedia. También retiene las capacidades de remolque de 3,5 toneladas y carga de 700 kg de una F-150 normal.
Al final, la Ford F-150 Lobo es para lucir agresivo e intimidante, pero sin buscar salir del pavimento. Es combinar un SUV musculoso con un auto tuner en el cuerpo de una pickup, necesidad que más personas de las que cree buscan. No todos quieren una pickup básica, tampoco una llena de cromo y lujos, mucho menos una ruda y levantada del suelo.
Hace 20 a 25 años tuvimos a las Toyota Tacoma X-Runner, Chevy Silverado SS y Ford F-150 Lightning, pickups de fábrica que cumplían esa necesidad y hoy, Ford quiere traer esa tendencia de regreso y parece que con la Lobo lo lograron.
