Finalmente se acabó la espera, aunque sabíamos exactamente qué esperar. Y, en ese sentido, Dacia no decepcionó con la nueva Bigster, su segunda camioneta (o SUV) con potencia híbrida y aspiraciones importantes. Porque, fiel a la filosofía de la marca, la Bigster quiere ser la camioneta familiar grande para aquellos que buscan una alternativa asequible.
¿Quiere decir que vendrá a Latinoamérica? Porque esos criterios la hacen encajar con los gustos de algunos aquí. A ciencia cierta no lo sabemos, aunque Renault debería considerar esa entrada híbrida a nuestra región gracias a la Dacia Bigster. Hasta que tengamos confirmación de ello, vamos a ver lo que ofrece este modelo asequible y de gran envergadura.
Como una Duster, pero XL
La forma más sencilla de describir a la Dacia Bigster, de nombre extremadamente creativo, es como una Duster grande con potencia híbrida. En serio, Dacia insiste que es un vehículo 100% nuevo, pero desde su apariencia hasta plataforma son tomadas de la Duster.
La Bigster mide 4,57 metros de largo, 25 cm más que la Duster de tercera generación y su distancia entre ejes es de 2,7 metros. Es una camioneta imponente, con un aspecto rudo, de formas rectas y alargadas, nada como una camioneta de entrada para el segmento C-SUV. Sorpresivamente es casi idéntica a la versión conceptual que conocimos hace tres años, con todo y el motivo de Y invertida que caracteriza a Dacia.
Dacia incluye una versión Extreme más capaz y aventurera, al igual que modelos de entrada “frugales” con rines entre 17 a 19”. La iluminación es LED, los pasos en rueda son plásticos y las rejillas de carga en el techo se pueden disponer de forma perpendicular o longitudinal. En sí, las mayores diferencias estéticas con la Duster (además de la extensión) son el diseño de la parrilla inferior al frente, el pilar C con la inscripción BIGSTER y la compuerta trasera.
Hibridación por encima de todo
En cuanto a motores es donde encontramos la primera gran novedad. Es cierto, la Bigster comparte bastantes motores presentes en la Duster. Como la unidad 1,2 TCe turbo, sea con asistencia híbrida ligera o sin ella, con potencias que oscilan los 120 a 140 hp. Este motor también se puede usar con gas natural o LPG y, para rematar, se puede tener con tracción total y transmisión manual de 6 velocidades.
Sin embargo, la Bigster estrena el motor híbrido 155 de Renault, que combina un motor a combustión con dos eléctricos, uno de ellos en la transmisión. Esta última divide cuatro marchas para el motor a gasolina y dos para el componente eléctrico, entregando 155 hp y rodando en modo 100% eléctrico a bajas velocidades.
¿Una ganadora en su segmento?
Finalmente está el interior, que es básicamente idéntico a la Duster. Claro, la mayor diferencia es el espacio para la segunda fila, el baúl que ofrece 667 litros y algunos acabados. Dacia opta por materiales reciclados y buen equipamiento, nada del otro mundo, sólo lo justo para su segmento.
El clúster es digital y puede ser de 7 o 10”, la pantalla también es de 10”, hay carga inalámbrica, puertos USB y aire acondicionado de dos zonas; además de las asistencias ADAS de norma.
Como puede ver, la Bigster es una apuesta de Dacia, no sólo a la movilidad eléctrica e híbrida, también a un nuevo segmento. Ya el Sandero es un best seller en Europa, la Duster es bastante apetecida y, para quienes busquen una camioneta más grande, la Bigster está presta para llenar ese nicho.
Sería interesante ver cómo encajaría este modelo en la jerarquía latina de Renault. Bien podría ubicarse bajo la Grand Koleos que viene camino a la región, dando pelea a modelos como la Chevrolet Captiva, Peugeot 5008 o Kia Sportage, por mencionar algunas.