El hecho que Europa insista con sus prohibiciones del motor a gasolina y emisiones estrictas no significa que Lamborghini iba a desechar su icónico V12. Es cierto que en su configuración tradicional ya pasó a mejor vida, pero los ingenieros del toro italiano encontraron la forma de adaptarlo a los tiempos y necesidades modernas. Dicho de otra forma, Lamborghini revolucionó la forma de su V12, agregándole poder eléctrico para llamarlo por primera vez “un motor híbrido”.
Dicho motor V12 híbrido es el elegido para mover lo que Lamborghini llama HPEV o High Performance Electrified Vehicle por sus siglas en inglés. Lo que nos faltaba, más siglas complicadas para el mundo de los híbridos. Con el código LB744, este propulsor y modelo son un peso pesado en términos de desarrollo, desempeño y tecnología, y aquí le contamos los detalles más importantes que debe conocer antes del estreno de ese sucesor del Aventador.
La obra maestra entre motores V12
Primero está el V12, al cual Lamborghini llama su obra maestra. Más ligero que cualquier otro V12 de la casa italiana (218 kg), ahora estrena una nueva orientación para colocar la transmisión DCT de 8 marchas tras el motor (no frente a él como otros autos mid-engine). Es decir, más espacio en la bahía del motor y una caja transversal justo como la que usaba el Lamborghini Miura. La diferencia es que Lamborghini emplea su propio diseño de doble embrague para cambios en un pestañeo.
Con nuevas tomas de aire, cilindros optimizados, una compresión mayor del motor y escape con mejor flujo, esta obra de arte de 6.5 litros produce 813 caballos de potencia (o 126 hp por litro) y un torque de 725 Nm. Y todo eso es sin contar la asistencia electrónica, porque recuerde que este motor V12 de Lamborghini es híbrido. Por sí solo es más potente que cualquier otro Aventador, y supera nuestras expectativas de tener al menos 800 equinos.
Chispazo de energía
La segunda parte de esta sorpresa la componen los tres motores eléctricos y juego de baterías. El primero de ellos está unido a la transmisión e integra vectorización de torque para asistir en la tarea de llevar la potencia a las cuatro ruedas. Porque sí, este Lambo será AWD.
Los otros dos motores están en el eje delantero, y cada uno de los tres produce hasta 148 hp. No obstante su potencia combinada es “restringida”, y junto al V12 producen unos furiosos 1000 caballos. Por si no queda claro que este hypercar supera con creces al Aventador que lo antecede. Elementos como manejo 100% eléctrico y menos emisiones son los trucos que tiene bajo la manga Lamborghini. Las baterías, por cierto, ocupan el espacio en el que antes vivía la caja de cambios, similar a la configuración de un Corvette E-Ray.
Para finalizar está la batería, que es de 3.8 kWh y que enchufada carga en 30 minutos. Tiempo que se reduce a seis minutos si usa al extremo el frenado regenerativo. Es decir, Lamborghini lo invita a que lo lleve a pista y sostenga el poder de la batería de forma casi infinita. Ojalá toda esta ingeniería italiana que se ve muy complicada sea más fiable que los motores F1 de Ferrari, y coloquen al próximo Lambo en el territorio de hypercars más extremos como el Ferrari SF90, Bugatti Chiron o incluso eléctricos como Tesla. Por lo menos en el papel suena como todo un domador de toros con mucha chispa.