Nada como un titán americano para cerrar el día. Porque Ford acaba de “actualizar” muy sutilmente a sus grandes camionetas de “trabajo” F-250 y F-350 Super Duty, paquete de mejoras que se presenta en 2025. Y con trabajo en comillas nos referimos a que si bien son capaces y rudas, estos titanes de 2 metros de ancho y 6 de largo no tienen nada que envidiarle a un Lincoln o Cadillac.
Así es el mundo de las pickups americanas, en donde el paradigma del trabajo honesto hace mucho se perdió y, en su lugar, se valora más la abundante cantidad de piezas cromadas, sillas cómodas, tecnología, conectividad y presencia en la autopista. Es extraño, pero la gran mayoría de compradores de una Super Duty no lo hace por su capacidad de remolque.
Derroche de lujo en tamaño XXXL
¿No nos cree? Pues Ford fue y, no contentos con las Super Duty Platinum, agregó la opción Platinum Plus para 2025. Porque escucharon que sus clientes querían más lujo sobre el lujo ya existente de estas pickups.
Paquete que agrega, entre otras cosas, una parrilla frontal satinada (cual Rolls-Royce), con bastantes ornamentos y una presencia especial; rines cromados y colores metalizados. Luego está la cabina, que posee finos detalles como cuero veneciano perforado, costuras especiales y un modo para reclinarlas por completo. Ya sabe, por si desea una siesta de tanto conducir su enorme camión lujoso.
Si el cuero veneciano y partes satinadas no es lo suyo, las Super Duty Platinum “estándar” optan por un look oscurecido en puertas, parrilla y molduras de la carrocería. Todos los demás modelos en la línea reciben pequeños detalles, como sillas ventiladas para mejorar la postura, más equipamiento estándar, confort y todas esas cosas para todos los gustos.
Al final del día, Ford quiere que todos se interesen en las Super Duty 2025 versión Platinum Plus, que podríamos decir es la Bentley de las pickups con un valor por encima de los $100.000 USD.
Desborde de torque
No podemos irnos sin mencionar los motores que mueven a las Super Duty, sean F-250 o F-350. La verdad es que, en términos de cambios no hay cambios. La gente del Óvalo Azul mantuvo los V8 a gasolina y turbodiésel, con cantidades descomunales de torque a las cuatro ruedas, por encima de los 1.600 Nm.
Ahí lo tiene, serán camionetas de trabajo serio, remolque de pesos intermedios y todo eso que hacen los texanos en su tiempo libre. Pero Ford no dudó en hacer de las Super Duty unos cruceros de batalla cargados de opulencia.
