Morgan-Supersport
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¿Cómo hacer algo que luzca moderno y clásico a la vez? Pues esta es la respuesta de los ingleses. Aquí está el Morgan Supersport, el sucesor del Plus Six que, si bien conserva esa apariencia clásica que caracteriza a la marca, tras esa fachada barroca esconde varios elementos modernos. Eso es, modernos cuando de Morgan se trata, una marca que hasta hace una década usaba un chasis hecho en madera y nada de airbags.

A diferencia de un juguete de fin de semana o para viajes relajantes, como un Morgan Three Wheel, el Supersport es un deportivo para usar a diario. Al menos con eso sueña la marca, que apunta al caballero o dama que prefieren ese aspecto clásico, con el tamaño de un Mazda Miata y el poder de un Toyota GR Supra o BMW Z4.

Inglés hasta más no poder

Morgan-Supersport
No es Richard Hammond, aunque el ex-Top Gear sí cabría dentro de ese baúl.

Por primera vez en muchísimo tiempo, Morgan ofrece un auto con baúl, de ese tipo de adelantos hablamos. El Supersport tiene uno, además de un techo removible en fibra de carbono para que sea un cupé o un convertible en un santiamén.

Su chasis en aluminio es un 10% más firme que su predecesor, la parte baja del chasis es más aerodinámica y la suspensión más suave, en ese punto medio de un deportivo de pura cepa y un grand tourer más cómodo.

Como el Plus Six, Morgan motiva al Supersport con ese motor B58 de BMW, con seis cilindros en línea, 3 litros y turbo, que mueve al Z4, Supra y otros modelos de BMW. Aquí produce al menos 335 hp, porque Morgan dice que esa figura de fábrica es conservadora, con una transmisión Steptronic de 8 marchas. Lástima que no es manual.

Con esto, el Supersport va de 0 a 100 km/h en 4 segundos, territorio del antiguo Morgan Aero, rozando los 270 km/h de velocidad máxima.

Modernidad tras lo clásico

En materia de diseño, este Morgan luce como un restomod. La silueta clásica con pasos de rueda curvilíneos y expuestos, capó largo y estrecho, luces redondas y una parte trasera corta se complementa con luces LED, frenos de disco modernos y una carrocería más aerodinámica.

En su interior lo único que delata el pasado BMW es la palanca de cambios. Porque Morgan crea su propio volante con acentos en aluminio, tablero y consola central con acentos en madera y botones físicos. Morgan mezcla lo análogo con lo digital con diales físicos en el centro del tablero y una pantalla a color frente al conductor.

Rines de 18 o 19” calzan al Supersport y Morgan ofrece extras como amortiguadores Nitron ajustables y un diferencial LSD. Hasta se puede elegir audio firmado por Senheiser.

Luce mejor que un Mitsuoka, eso sí tenemos que admitir, aunque Morgan es una marca de bajo volumen y esperan ensamblar entre 600 y 800 autos al año. Así que el truco del Supersport no es sólo verse clásico, también ser exclusivo.

Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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