¿Que los eléctricos son el futuro de la movilidad ecológica? No para Toyota, que parece ir un paso por delante de todos. La marca japonesa está determinada en preservar el motor a combustión, incluso si ello exige algo de creatividad. En esa gesta por salvar al motor térmico, los ingenieros de Toyota cocinaron una solución interesante no solo para bajar emisiones, sino para eliminar parte de las partículas de dióxido de carbono que flotan en el aire.
Es un sistema que apenas se encuentra en su infancia, ¡pero solo imagine eso! Motores que pueden limpiar el aire mientras transitan por la vía, combine eso con combustibles sintéticos y tiene un ciclo que, potencialmente, puede limpiar el aire a la vez que no contribuye una gota de material nocivo al medio ambiente.
Por eso es que el auto eléctrico no debe verse como la única opción. Dejar varias rutas abiertas para neutralizar las emisiones permite que las mentes del mundo cocinen ideas como esta. ¿Quién sabe qué otros caminos existen que aún están por descubrirse?
Aprovechando el poder del CO2 a su favor
Este proyecto de Toyota combina el famoso motor a combustión impulsado con hidrógeno con una nueva tecnología para filtrar el dióxido de carbono. Proyecto que apenas está en su infancia y que, posiblemente, no representa la escala que pueda tener un elemento como este a futuro.
La forma en la que funciona es más simple de lo que aparenta. Toyota emplea dos filtros especiales, el primero ubicado en la toma de aire del motor cuyo rol es capturar ese dióxido de carbono. Este filtro usa un revestimiento cerámico (que se suele aplicar en escapes) y un material absorbente desarrollado por Kawasaki.
El dióxido de carbono es dirigido a un segundo filtro ubicado en el radiador del Corolla de pruebas, competidor de Super Taikyu por cierto. Aquí el calor del motor disuelve el CO2 y lo envía a una línea de aceite, para ser reaprovechado como lubricante para el motor. Los filtros son reemplazados después de cada carrera para ser examinados y mejorados, todo en aras de implementar esta tecnología algún día. ¿Sabe lo mejor? Los filtros residen en el motor a combustión que Toyota alimenta con hidrógeno y pronto estarán en un GR86 también de Super Taikyu, el cual se mueve con combustible sintético.
Ese ejemplar en particular es el más ecológico de los dos, ya que el dióxido de carbono es tomado del ambiente para sintetizar el combustible cero emisiones. Sí, este ingenioso proyecto de Toyota está en sus primeras fases y no son soluciones definitivas para salvar el motor a combustión, pero son un inicio muy bueno.
Japón explora todos los futuros posibles
Esto explica por qué Toyota ve con renuencia el desarrollo de baterías y modelos eléctricos, dado su uso de metales difíciles de extraer y dañinos al ambiente. Es más, casi toda la industria japonesa está “tomándose su tiempo” frente al salto eléctrico, con muchas de las marcas analizando alternativas en torno al motor a combustión. Quizá la más avanzada en este asunto es Nissan y Honda, que aún así exploran otros caminos alternativos, así como Doctor Strange.
Lo he dicho antes y lo diré de nuevo: el futuro ideal es uno en el que motores con combustibles limpios, hidrógeno, electricidad y otras alternativas convivan, tanto en el cielo como en el mar y la tierra.
