Luego de celebrar los veinte años del Audi RS 6 Avant, la gente de ABT sigue de fiesta con la casa de los Cuatro Aros. Es turno para que el Audi RS 7 Sportback apague las velitas por su décimo cumpleaños con algo de ayuda de ABT. Y cuando decimos “algo de ayuda”, nos referimos a un cambio extremo para convertir a ese sedán-cupé en una bestia.
Ya sabe el lema de todos los preparadores alrededor del mundo: “nunca es suficiente”. Ayuda que ABT es el preparador casi oficial de todo lo que tenga el logo de Audi, facilitando las cosas a la hora de modificar todo tipo de modelos como el RS 7. Para que se haga una idea, el modelo estándar tiene un V8 biturbo, tracción en las cuatro ruedas y 621 caballos de potencia. Totalmente insuficiente, según ABT.
Un siniestro cupé de 4 puertas
Dos turbocargadores e intercoolers con la firma de ABT emergen en el motor, junto a un módulo ECU alterado para que el software de Audi no se confunda ante la inyección de potencia. Gracias a estos cambios el sedán con ínfulas de cupé se eleva hasta los 750 caballos y un colosal torque de 980 Nm. ABT le garantiza solo sonrisas al acelerar este monstruo germano de 0 a 100 km/h en 3.1 segundos.
Las apariencias también son importantes, motivo por el cual ABT cambia el traje formal del Audi RS 7 por uno más atlético y serio. Este incluye piezas en fibra de carbono adelante y atrás, nuevo difusor y alerón, sutiles aletas a los costados para mejorar la forma en la que el RS 7 corta el aire, rines de 22 pulgadas más ligeros y siniestros y calzado Goodyear Eagle F1 para pegarse al suelo. Hasta los escapes son más grandes y ruidosos, y todo eso es únicamente por fuera.
Adentro hay toques de elegancia y seriedad atravesada por fibra de carbono. Una placa en los estribos denota uno de los 200 ejemplares que ABT construirá de este RS 7 Legacy como lo llaman. Alcántara cubre el volante y cuero microperforado lo envuelve en las sillas en una experiencia de manejo que dice ABT “tiene una cantidad suprema de agarre y diversión”. No tan divertido es el precio de 102.000 euros solo por la conversión que aparentemente no incluye el RS 7 a transformar, porque la exclusividad y diversión sigue siendo cosa reservada para unos cuantos.
