¡Todos aman al Porsche 911! Ya era hora de que alguien le diera cariño a uno de sus modelos más infravalorados. Fruto de una alianza entre Volkswagen y Porsche, el 914 fue un biplaza deportivo de entrada para ambas marcas, reemplazando al VW Karmann Ghia y Porsche 912. No fue particularmente exitoso, pero eso no significa que fue un mal auto. Todo lo contrario, el Porsche 914 es un auto sorpresivamente divertido, y con este proyecto restomod se convierte en un juguete perfecto para la pista.
Si alguna vez jugó Need for Speed Porsche conocerá bien al Porsche 914 y su aspecto curioso. Luces retráctiles, un motor central de 4 o 6 cilindros y un desempeño modesto pero adecuado. Es como el Mazda Miata de su tiempo, brillando por su bajo peso y desempeño en las curvas. Además, es el Porsche favorito de este servidor que le escribe, simplemente porque luce distinto a cualquier otro Porsche. Esa discreción y actitud honesta lo convierten en el favorito de unos pocos, incluyéndome.
Reinventando su imagen pero preservando su espíritu
Fifteen Eleven Design, un preparador inglés, es el responsable por este proyecto del Porsche 914 restomod. A diferencia de otros proyectos de esta índole que modernizan pequeños aspectos en la cabina, la creación de Finten Eleven es una transformación extrema. Observe de cerca la carrocería del 914, completamente alterada y ensanchada para acomodar un frontal más agresivo, ruedas más anchas y tomas de aire laterales.
El proyecto preserva la silueta del 914, pero es radicalmente diferente. Tristemente el preparador cambió las luces retráctiles por unas más convencionales en LED ubicadas en la defensa inferior y pontones. Preservando el espíritu original de un Porsche de su época, el proyecto está calzado con rines Fuchs con gomas Michelin Pilot Sport 2 de 18 pulgadas.
En el interior es donde se encuentra la mayor dosis de pureza, ya que Fifteen Eleven preservó el estilo sencillo de la cabina, complementándolo con una palanca de cambios en madera y sillas tipo cubo Recaro.
Sangre de caimán en sus venas
La mayor sorpresa de este proyecto restomod se esconde bajo la piel del Porsche 914. Allí ahora respiran las entrañas de un Cayman S de segunda generación (987), que prácticamente triplican la potencia original del 914. La unión de Porsche clásico y moderno añade suspensión, frenos Brembo perforados, transmisión manual de 6 marchas y el motor 3.8 bóxer del Cayman.
Este último fue mejorado con pistones forjados, un escape en acero más ligero y un nuevo ECU para gobernar el propulsor moderno. Según el preparador esta combinación ofrece unos 400 caballos de potencia; figura que hace palidecer los 109 equinos del 914/6.
En otras palabras Fifteen Eleven Design creó una carta de amor a los “baby Porsche” de dos épocas distintas. Uno de ellos poco apreciado en los setenta y con una silueta clásica, y el otro con entrañas y desempeño que está por encima de muchos deportivos de mayor envergadura.
El único problema es su precio, que ronda las 350.000 libras esterlinas. O 440.000 dólares para que lo ponga en perspectiva.
