He aquí un vehículo que seguramente no será para nada controversial y ofenderá a medio mundo. Sosténgase de algún lado, porque la firma de Carroll Shelby ha llegado a la era eléctrica. La más reciente creación del preparador es un Ford Mustang Mach-E especial, denominado Shelby Mach-E GT, y estará limitado apenas a 100 unidades. Todas y cada una de ellas solo para Europa, porque aparentemente allá aman este potro eléctrico.
Ya podemos escuchar a muchos puristas exclamar que este no es un Shelby real, ni tampoco un Mustang real. Ese debate no necesita más tela, porque tiene el potro galopante del Mustang en el frente, y la firma certificada de Shelby en sus costados. Además presenta una solución interesante al asunto de modificar un vehículo eléctrico, y es enfocarse en eliminar peso innecesario. Porque usted sabe, la masa de las baterías es la debilidad de estos autos. Cuando la tecnología esté, no dude que Shelby creará alguna monstruosidad con 1000 o más caballos de fuerza.
Quitándole un peso de encima al Mach-E
¿Qué esconde el primer eléctrico de Shelby? Bueno, en pocas palabras es un Ford Mustang Mach-E que regresó en el tiempo y se cree un corredor callejero con el sello de Shelby. Por si no es evidente y las calcomanías de los costados lo distraen, hay fibra de carbono por doquier. En el capó o cofre, la “parrilla”, las rejillas de ventilación, splitter, faldones, espejos, mejor dicho qué no posee fibra de carbono. Esta dieta rigurosa seguramente mejorará la aceleración de un Mach-E GT, que hoy por hoy es capaz de un 0 a 100 km/h en 4 segundos, así que reste un par de décimas de ese tiempo.
Shelby también rebajó la suspensión del Mustang Mach-E GT, pegándolo unos 2.5 cm más al suelo. Así que este potro también debe ser más ágil con esos ajustes en la suspensión. Toda la apariencia la completan líneas de carrera, así como un GT350, y rines forjados en aluminio para lucir más impactante. Así que tome nota, para hacer un auto eléctrico más rápido basta con reducir considerablemente su peso, no instalar motores más grandes y absurdos.
El único detalle que desentona es el sistema de escape falso Borla. Sí, ese mismo Borla que hace escapes reales creó una aplicación para el Mustang Mach-E, imitando ruidos de motores reales. El Mach-E es un eléctrico, ¿por qué no aceptar ese hecho y su silbido de nave espacial? Si usted está en Europa y gasta 25.000 euros en alterar su Mach-E GT con este juego de modificaciones, le rogamos que no use la innecesaria aplicación que produce ruidos falsos.