300 es el número de espartanos los cuales, según la película del mismo nombre, contuvieron la invasión persa hace miles de años. Y 300 también es el número de Porsche 911 Classic que ha construido o restaurado Singer. Este ejemplar en particular más bello que nunca dada su combinación de colores y el hecho que es un 911 original con pequeños toques modernos para llevarlo al Siglo XXI.
Cuesta creerlo, pero Singer lleva 15 años reinterpretando las creaciones de Porsche. Su nombre no solo es un tributo al legendario Norbert Singer, ingeniero del equipo de Porsche en Le Mans, porque el mismo Singer ayudó a crear el 911 “Classic Study”. Ese mismo que adorna estas líneas y del cual Singer completó su tercer centenar de ejemplares.
Belleza hecha a la medida
El Porsche 911 reinterpretado por Singer o “Classic Study” es lo que sucede cuando se toma el chasis de un Porsche 964 y sobre él se coloca el diseño interior y exterior de un 911 original. En otras palabras, un “restomod” con un sabor único y algunas comodidades modernas, con la personalización que quiera cualquier cliente a la hora de ordenar uno de estos proyectos especiales.
Este ejemplar en particular recibe el apodo de “Sotto”, palabra en italiano que significa bajo, o posiblemente un apellido. Iniciando su vida como un Porsche 911 964 Targa, Singer imprime los trazos clásicos del 911 original con una piel en fibra de carbono. Este ejemplar luce una combinación de azul “resistencia” con rines Fuchs grises y una cabina en una tonalidad naranja que contrasta de forma exquisita.
Detalles incluyen frenos de disco carbocerámicos con calipers del color del interior, tacómetro con esta misma tonalidad, acentos en níquel en las butacas tipo cubo y sutiles calcomanías de Porsche a los costados. Tras el discreto alerón cola de pato se esconde el motor Bóxer enfriado por aire y reinterpretado por Singer, con 500 hp viajando a las ruedas traseras cortesía de una transmisión manual de 5 marchas.
Aunque es el ejemplar número 300, no es el último Porsche 911 Classic modificado por Singer. La compañía espera completar 450 ejemplares, así que hay tiempo para admirar los otros 150. Ello mientras Singer se anima a producir sus estudios Turbo y DLS, que prometen más locura y tributos al legado de Porsche en las pistas.