En el 99.99% de los escenarios, si usted vuelca o se accidenta en el auto de su jefe, rápidamente sabrá lo que es el desempleo. No para Akio Toyoda, que a pesar de no ser el jefe de Toyota, tiene el gusto de competir en los autos de la marca y volcarlos sin consecuencia, destino que tuvo este GR Yaris de rally. No puede acusar al hombre de tibio, porque decidió llevar al límite ese hot hatch, consciente de los riesgos que ello conlleva.
No solo Toyota ve con buenos ojos las aspiraciones automovilísticas de Akio Toyoda, decidió usar ese GR Yaris como publicidad. ¿Lo mejor? El accidente ocurrió hace bastantes meses, pero sólo hasta hoy es pública la información, pues el complejo de pruebas donde tuvo lugar el “error” de Morizo al volante acaba de ser inaugurado.
Toyoda en modo «full send»
La doctrina de Colin McRae (sí, es real) dicta que, si tiene dudas, sólo presione a fondo el acelerador. Algo así le ocurrió a Akio Toyoda cuando pilotaba un Toyota GR Yaris. Ocurrió en el circuito de Shimoyama, instalación que hace parte del centro de desarrollo e investigación de Toyota en la ciudad del mismo nombre.
Morizo-san juzgó mal una curva cerrada y golpeó un bordillo bastante alto luego de aplicar el freno de mano, culminando en el accidente que no tuvo consecuencias mayores. Bueno, excepto para el GR Yaris que sufrió varios daños en su carrocería. Para ser un hombre de 68 años, Toyoda salió como si nada del incidente, junto a su copiloto y campeón japonés de rally Norihiko Katsuta. Hay que reconocer, el hombre está viviendo el sueño de muchos.
Sustos que dan gusto
Toyota se tomó con gracia el incidente y es cierto, Toyoda-san es parte de la familia fundadora de la marca, así que un castigo muy grande no recibirá. Quizá le prohibieron hablar del Celica y del MR2 al menos por unos meses, lo enviaron a su cuarto a pensar en lo que hizo y es todo. Lo que quiero decir es que, en últimas, Toyoda es responsable por concebir al GR Yaris, así que puede hacer lo que quiera.
Ese Yaris en particular hizo parte de la ceremonia de inauguración de ese centro de desarrollo en Shimoyama. ¿La razón? Con este GR Yaris herido en batalla Toyota demuestra que sus autos de prueba son llevados hasta el mayor de los extremos, literalmente probándolos hasta el cansancio. Llámelo un monumento a la fiabilidad que caracteriza a la marca y a la protección que ofrece el GR Yaris, porque usted sabe que algún joven inexperto volcará en uno. Ahora sabe que saldrá ileso si eso ocurre.
En el caso que le ocurra algo similar con un vehículo de su compañía (o peor, su jefe) ya sabe qué defensa usar: Akio Toyoda también destruye sus creaciones. No nos hacemos responsables de las consecuencias.