Solo imagine ese escenario por un momento: usted es jugador de una selección que muchos descartan como una de las más débiles del torneo. Y en su primer partido se enfrenta a un enorme del fútbol, y con todas las probabilidades en contra su equipo da la sorpresa y como recompensa les ofrecen un auto de lujo. Algo así podría pasar con los jugadores de Arabia Saudita, quienes podrían recibir un Rolls-Royce como recompensa tras derrotar a Argentina 2 goles a 1.
Y no cualquier Rolls-Royce: un Phantom totalmente nuevo sería el premio para los jugadores de Arabia Saudita. Si siguen con este ritmo y logran avanzar a la siguiente ronda la siguiente recompensa debe ser titánica, del tamaño de un yate o algo así. Ahora imagine si sucediera eso en Latinoamérica, el premio sería un televisor, o cuando mucho un auto básico y nuevo. Pero no, en Arabia Saudita festejan a lo grande por vencer a una de las favoritas del mundial.
“El premio gordo” literalmente
Claro que todo esto es un rumor, pero no sería tan descabellado. Primero porque Arabia Saudita es uno de los países más ricos del mundo y segundo porque no es la primera vez que ocurre algo así. En 1994 esa selección se clasificó a la segunda ronda del mundial, y el delantero que hizo el gol de la victoria ante Bélgica, Saeed Al-Owairan, recibió un regalo muy parecido por su esfuerzo. Además, aquel gol “a lo Maradona” es uno de los mejores en la historia de los mundiales.
Sería el príncipe de Arabia Saudita, Mohammed Bin Salman, quien ofreció la opulenta recompensa a sus compatriotas de la selección. Permítame mostrarle la escala de tal gasto: un nuevo Rolls-Royce Phantom cuesta unos 460.000 dólares aproximadamente, y ahora multiplique eso por 26 jugadores. ¡12 millones de dólares estaría dispuesto a pagar el príncipe por ese “regalazo”! Para nosotros mortales parece exagerado, pero para un hombre con tanta riqueza esa es la ganancia de un día o dos, por mucho.
Sea cierto o no, la victoria de la selección Saudí fue motivo de fiesta en aquella nación. El rey declaró un día festivo por la victoria, y con el buen juego que demostró el equipo no sería descabellado verlos clasificar a segunda ronda. Y si llega a pasar, creo yo que la promesa de un Rolls-Royce para todos será más que realidad.