Sin querer faltar el respeto a las mentes tras esta creación, esto que verá a continuación es la razón por la cual a los Porsche los comparan de forma poco favorable con el Volkswagen Beetle. Tan solo obsérvelo detenidamente, lejos de ser un tributo a Porsche parece más un intento de revivir al vocho o escarabajo clásicos, pero con resultados desproporcionados. No para sus creadores, ya que se supone es el tributo a un Porsche 356 usando como base un Boxster de primera generación.
El problema es en esencia ese: que intenta rendir tributo al 356, pero termina luciendo como una copia barata del Beetle. Si la idea era tener un Porsche Boxster Speedster pero con los toques clásicos de un 356, hay mejores alternativas. Como una réplica del Speedster original, las cuales suelen ser de alta calidad si elige bien; o por el contrario un 718 Spyder moderno que también evoca la historia patria de Porsche. Sabemos que el Beetle y 356 son obra de Ferdinand Porsche, pero a veces es mejor dejar la historia como está.
Boxster con sabor a pasado
Estamos seguros que este ejemplar fue el orgullo de su creador y constructores, porque la conversión está muy bien hecha. Mil veces mejor que esos Ford Mustang o Chevrolet Corvette modernos “mutilados” para recibir partes de sus versiones clásicas. La belleza es un asunto relativo, porque alguien vio este Porsche Boxster 356 Speedster y decidió comprarlo en una subasta de Historics Auctioneers.
De acuerdo a estos especialistas en subastas, esta creación es obra de DNA Automotive. Ciertamente es una pieza para captar la atención, sea por buenas o malas razones. La conversión toma a un Boxster de primera generación, que en sí no es el auto más bello del mundo pero no luce para nada mal, y cambia su rostro y “trasero” por el de un 356. Bueno, no precisamente el de un 356 original, pero los creadores intentaron emular el rostro y derriere del 356 real. Ello incluye replicar los faros redondos adelante, cofre frontal asegurado con correas, defensas y detalles cromadas; así como el escape central y luces en forma de lágrima.
En el interior no hay demasiados cambios, más allá de una nueva tapicería en cuero rojo. Tras la cabina viven los elementos aerodinámicos de un Speedster, denominación que aparece por doquier en la cabina. El vendedor dice que el radio fue actualizado con elementos como Bluetooth y compatibilidad con teléfonos Android y Apple. Ah, y por lo visto el motor no tiene demasiados cambios, sigue siendo una unidad bóxer de 6 cilindros y 2.7 litros que produce 201 hp e iba de 0 a 100 km/h en 7 segundos. Al menos esas eran sus figuras a finales de los noventa.
Líneas que no cuadran
El problema son las proporciones. Ese nuevo rostro no encaja en el Boxster, principalmente por tener una trompa alargada y pasos de rueda marcados, en contraste al 356 que no tenía nada de eso. El alerón activo del Boxster tampoco le hace favores a las proporciones del 356 Boxster Speedster.
De nuevo, la belleza es relativa y parece que alguien compró esta creación para disfrutarla y ser distinto a los demás. Para tributos modernos del 356, Porsche ya hizo un mejor trabajo, y réplicas es lo que hay. Así que disfrute lo que le gusta así sea poco ortodoxo, pero con algo de criterio para evitar creaciones más bizarras que esta.