Dicen que la belleza es subjetiva. En especial en el mundo motor, donde muchas creaciones no agradan a todo el mundo. Pero, estoy seguro que cada creador de lo que consideramos algo horrendo, está orgulloso de su trabajo. Además, está el dicho de “respect the build”. Como todo, hay ocasiones en las que no podemos defender al creador, con o sin subjetividad. Tal es el caso de Liberty Walk, a quienes no les tembló la mano para convertir a la Toyota Land Cruiser 300 en… esto. Sé que a veces el gusto de los Toyoteros es cuestionable pero no sé a cuántos les caiga en gracia este “look”.
Liberty Walk es una casa de tuning japonesa especializada en la creación de bodykits con un aspecto… cuestionable. Naturalmente, esta Toyota Land Cruiser no es la excepción, y responde a la pregunta de: “Mamá, quiero una L300 GR Sport”, sólo para que contesten: “Ya tenemos una en casa” y aparezca la creación de Liberty Walk. Ahora, no es que la Land Cruiser no fuera una obra de arte maestra. Es una SUV atractiva para los estándares modernos, pero no había necesidad de modificarla de tal forma. Lo peor de todo es que, como dice el dicho: vendrán cosas peores.
Cómo destruir una Toyota en un par de sencillos pasos
Quisiera que lo de GR Sport fuera broma, pero parece verdad. Porque el frente recibe un rediseño sospechosamente similiar al de la Land Cruiser GR. Las barras cromadas de una L300 normal son reemplazadas por una parrilla negra y un nuevo bómper frontal le roba ángulo de ataque a la Toyota, a cambio de un difusor plástico. La parte de atrás también recibe un difusor y nuevas salidas de escape falsas. La enorme insignia de la marca es reemplazada por las palabras “LIBERTY WALK” cromadas bajo la línea del capó. Y ya que menciono el capó, este ahora es en fibra de carbón.
Por supuesto, hay un bodykit que casi deja en ridículo a cualquier auto rocket bunny. Las caderas de la L300 se ensanchan, casi de forma exagerada, y los guardafangos reciben tomas falsas de aire. Para rematar están las llantas de bajo perfil que Liberty Walk agrega al paquete, con unos rines gigantes (que parecen de 25”) instalados con offset negativo. Buena suerte metiendo una de estas en una calle normal o estrecha, y ni se diga de una calle latina. Con el primer resalto o hueco termina el bodykit en el piso. Ni se le ocurra sacarla a caminos destapados, porque seguro que ahí esta Land Cruiser pierde el año.
Todo el “paquete” completo de Liberty Walk le costaría unos $19.580 dólares. Y no se le olvide que el tiempo de espera para una L300 puede ser hasta de 4 años, por si se arriesga a lucir este aspecto. O si lo prefiere puede optar por opciones más asequibles con menos componentes de este bodykit, con o sin rines gigantes y capó en fibra de carbón. O podría elegir opciones más elegantes y útiles para engallar una Land Cruiser 300. Como un winch, llantas off-road gigantes y snorkel. Si lo prefiere, un bodykit más sutil como los que ofrece Modellista. Sea cual sea su preferencia, no arruine la pinta de esta camioneta sólo por ser “único y diferente”.