Hay marcas japonesas que no decepcionan y luego está Mitsuoka. No es que esa casa motriz sea una desilusión ni nada por el estilo, sino que entre tantas marcas japonesas, Mitsuoka es la única que de forma consistente jamás decepciona, sea para bien o para mal. Su más reciente creación es esta, el Mitsuoka Himiko, un vehículo que antes del cambio extremo era un Mazda MX-5 o Miata, conocido como Roadster en Japón.
Claro que bajo esta apariencia neo-clásica o barroca es difícil encontrar algún trazo remotamente similar al de un Miata. Pero créanos, bajo la piel de este Mitsuoka respiran las entrañas de un Mazda. En concreto, las del MX-5 más básico, equipado con un motor de 4 cilindros, 1.5 litros de desplazamiento que produce 129 hp y 150 Nm de torque. Como es tradición en los vehículos de Mitsuoka, una transmisión automática es la única opción disponible.
El Mazda Miata con bigote y monóculo
La idea tras el Mitsuoka Himiko, nombre que lleva 15 años adornando de forma extravagante al Mazda Miata, es lucir como un clásico británico. En concreto, es un tributo al Jaguar XK120 con algunos trazos de Morgan Plus 8 por aquí y allá. Transformación que requiere estirar considerablemente las dimensiones del Miata, particularmente al frente donde los guardafangos, frente y defensas son alargados para acomodar esa apariencia clásica. En esencia, es 66 cm más largo que un Miata, alcanzando los 4.5 metros de largo.
Esta es la segunda generación del Mitsuoka Himiko, que debutó en 2018 y que cinco años después recibe su primera actualización, en línea con el más reciente Mazda Miata. Mitsuoka nos dice que este facelift incluye detalles e insignias cromadas revisadas, interior en cuero y más colores para elegir, entre los que se destacan un rojo metálico y un verde turquesa bastante atractivo.
El Himiko también recibe más asistencias de manejo y seguridad, al igual que sillas con calefacción y hasta un reproductor de CD y DVD. Mitsuoka solo planea crear 10 ejemplares del nuevo Himiko, por la módica suma de casi siete millones de yenes, o 49.000 dólares a la tasa de cambio. Es una forma relativamente asequible de lucir como un villano británico o como el primo distante de Cruella de Vil. Y lo irónico es que Mitsuoka ya hizo un vehículo inspirado en ese personaje de Disney.