A nadie le gusta ver un auto destrozado en un accidente, mucho menos personas heridas a causa de ello (o algo mucho peor). Sin desestimar todos los accidentes que a diario pasan, cuando se trata de un exótico, ese dolor que sentimos es mayor. Aquí le presento este video de un Ferrari F40 destrozado en un accidente en autopistas inglesas como prueba, demostrando que ver un exótico destruido en segundos duele un poquito más.
Aunque aparatoso, los ocupantes del Ferrari F40 no recibieron heridas de consideración en el accidente, así el video sugiera lo contrario. Aparentemente un técnico se encontraba al mando de “F40 PRX”, un Ferrari F40 1990 que, se cree, es el ejemplar con mayor kilometraje en el planeta.
Residente en el Reino Unido, el F40 en cuestión ha participado de rallies como el Gumball 3000 y se conduce con regularidad. Eso, hasta el desafortunado choque.
El F40 no es para todo el mundo
Ya lo dijo Nico Rosberg, el F40 es un auto análogo de cuidado. Si un campeón de F1 fue cauteloso al conducirlo rápido, el conductor promedio no tiene la misma chance.
Combine una vía húmeda, un auto análogo sin muchas asistencias y un V8 salvaje enviando 471 hp al eje trasero y tiene una receta para el desastre. En un breve video antes del accidente se puede apreciar al Ferrari F40 acelerar, perder tracción a causa de estos ingredientes y deslizarse sin control contra un poste y una zanja.
Ese detalle de levantar el acelerador al perder agarre en el eje trasero, típico de un auto de motor trasero (lift-off oversteer), fue el detalle que el conductor no pudo dominar.
Destrozado, ¿pero se puede salvar?
Gracias a @supercar.fails y varias cuentas en Instagram o Twitter (X) es que se divulgaron los detalles y video del accidente, donde el Ferrari F40 no tuvo un buen fin. ¿Puede reconstruirse? Seguramente, con la inyección de dinero, tiempo y expertos en el tema adecuada.
Sin embargo, todo el frente quedó destrozado y se desprendió del chasis tubular. Elementos de la estructura y suspensión se ven torcidos o desalineados, la parte baja de la carrocería posee varias abolladuras y gran parte de la parte trasera, como la cubierta del motor, lucen destrozadas. Al menos la cabina sobrevivió al colapso luego del impacto.
Tenga en cuenta que todo esto ocurrió a bajas velocidades, así que todo esto pudo ser peor. La lección es simple, un deportivo sin muchas asistencias es un auto a manejar con mucho cuidado, porque ni el control de tracción lo va a salvar de algo así.
