¿Puede creerlo? Ya transcurrieron 40 años desde que BMW tuvo la maravillosa idea de llevar la herencia de sus autos de competencia a las calles. No nos referimos al M1, que en últimas era un auto de carreras. Es el BMW M5, el M Original, el que desató todo un linaje de modelos de todas las formas, colores y sabores, que ya cumple 40 años y es digno de un listado (o ranking) de todas sus siete encarnaciones.
Antesala con toque de automovilismo
Claro que, técnicamente son ocho. Esa es la razón de esta introducción, porque la idea del BMW M5 nace durante años setenta; por lo que es necesario conocerla antes de entrar al ranking.
A BMW Motorsport, luego de sus triunfos en pista, se le ocurrió la idea de ofrecer paquetes de mejora para el Serie 5 E12, ese diseñado por Marcello Gandini. La idea resultó en los Serie 5 Motorsport, que ofrecían motores a inyección, amortiguadores Bilstein, sillas Recaro, entre otros. A la par del desarrollo del M1 y su motor M88 de seis cilindros, la división quiso dar un paso más. Allí nace el primer Serie 5 en llevar la insignia M, el M535i E12 en 1980, con una potencia respetable para la época de 215 caballos, gráficos con los colores BMW M, un spoiler y bodykit, entre otras mejoras. Por cierto, esta edición también se extendió al siguiente modelo (E28).
Quizá suena como poco, pero las ideas que formarían a los BMW M que conocemos hoy estaban allí. En jerga cinematográfica, el M535i fue la precuela que la división M necesitaba.
1. BMW M5 E39 V8
Con eso establecido, el número uno no es el M5 original. Sí, sí, a muchos les parecerá controvertido, aquí realmente queríamos ubicar al E28 como número uno.
Pero la verdad es que la nostalgia del original no pudo con la nostalgia del primero en llevar un V8. En muchos aspectos el E39 es el M5 más puro, con un equilibrio perfecto entre un sedán de lujo que no aparenta demasiada pretensión y un deportivo para humillar Porsche o Ferrari. Su V8 de 5 litros producía 400 hp y tenía transmisión manual de 6 velocidades, nada de automáticos.
También fue el primero en ir de 0 a 100 km/h en 5 segundos y exceder los 300 km/h, cruzando esa barrera de auto llamativo a deportivo para tener en cuenta. La magia del M5 E39 es ser el sleeper perfecto a la vez de ser un sobrio sedán germano para cinco personas y francamente lo único que le faltó para ser perfecto fue tener versión Touring. Además, si alguna vez jugó Need for Speed High Stakes, sabrá lo mágico que es este M5.
2. BMW M5 E28
Ahora sí el original, el que la nostalgia dicta que hay que tener. Un modelo tan especial que en cuatro años de producción sólo se produjeron poco más de 2.000 ejemplares.
En términos de pureza, el E28 se acerca mucho al E39. Aquí literalmente tomaron una versión del motor M88 de Grupo 5 (capaz de 1.000 hp) y lo adaptaron a un sedán familiar. En esta forma producía “sólo” 282 hp, pero en su época bastó para obtener la corona de sedán más rápido del planeta, hasta que cierto Lotus Carlton apareció en escena.
Quizá es el más coleccionable, dada su rareza y apariencia sin pretensiones. Además, la versión original siempre merece estar en los peldaños más altos de un ranking y el BMW M5 E28 no decepciona.
3. BMW M5 E60 V10
He aquí otro que merecía el primer puesto, pero se queda a pulso con un podio. ¿Acaso este no era el M5 con ese sistema iDrive y su perilla desquiciante? Sí, pero hay formas de saltarse ese sistema.
Además, hombre ver motor grande, hombre ser feliz. En la era de BMW en Fórmula 1, su división M tuvo la loca idea de colocar un V10 titánico en el M5 y nos encanta. Primero porque suena glorioso y rebasa sin problema las 8.000 RPM, segundo porque es un V10 y tercero porque tenía 500 caballos de potencia. Eso y que la versión Touring regresaba, nada como un auto familiar con un motor descomunal.
Como si fuese poco, el único M5 en tener un V10 también era manual, eso vale bastantes puntos. Su diseño de sedán imponente con algo de músculo, cuatro salidas de escape y 0-100 en 4 segundos también le ayuda.
4. BMW M5 E34
El segundo M5 es uno que nos hubiese encantado colocar más arriba. En términos de pureza, mantuvo el motor seis en línea del original y mejoró en casi todo aspecto. Su diseño es un absoluto clásico atemporal, fue el primero en ofrecerse en versión Touring y es de los últimos Bimmers en tener esa imagen de tiburón y faro doble independiente.
No obstante, la nostalgia del original y el poder de un V8 y un V10 fueron más. No que el E34 sea malo, BMW M aprendió del primero y perfeccionó la receta que siguen hoy. Fue el primero en tener suspensión adaptativa, diferencial LSD, frenos de alto desempeño y un perfil más aerodinámico. Tanto así, que podía ir de tú a tú con un Ferrari 355 o 348 de la época.
5. BMW M5 F90
Este M5 se gana este puesto por encima de sus hermanos también modernos por dos letras: CS. Primero en obtener esa insignia, que le significó ser el BMW de producción más potente hasta que llegó el XM, pero entre menos mencionemos aquel modelo mejor.
El F90 fue la culminación de un derroche de tecnología alemana, el que dictó de una vez por todas que la ciencia era aliada de la división M. Su motor V8 twin turbo producía 591 o 626 hp, tenía tracción en las cuatro ruedas por primera vez, una plétora de asistencias en la suspensión y estabilización de chasis, en fin.
Y todo eso lo hizo con un estilo que no rozaba (aún) en la exageración, sí tenía piezas en fibra de carbono y elementos M Performance, pero aún era un sedán sobrio. Por eso está encima de los dos siguientes BMW M5 en el ranking.
6. BMW M5 F10
La secuela al M5 V10 jamás fue fácil de concebir. ¿Cómo podía proceder BMW? ¿Con un V12? La respuesta fue un par de turbos a cambio de dos cilindros menos. El M5 F10 es perfectamente apropiado, digno del linaje que su nombre acarrea pero, muy a pesar de ser más potente que su antecesor, no tenía un V10. Sí fue el primero en obtener la distinción Competition, en usar una transmisión doble embrague y el último a la fecha en tener la opción de tres pedales. Así que eso le vale para no ser el último.
Al final esta lista no es para decir que los M5 del fondo son malos. Todos son buenos, pero hay unos mejores que otros. Es más, con el F10 empezó ese génesis tecnológico que BMW llevó a los siguientes M5 al siguiente nivel.
7. BMW M5 G90 híbrido
Y así llegamos al más reciente M5, el primero que cruza la frontera de la combustión para ceder a la hibridación. Posiblemente el primero que sea 100% eléctrico, pero aún no se sabe.
Qué casualidad que BMW acaba de revelar este M5 en forma Touring, para los entusiastas de un supercar práctico. La verdad sea dicha, este M5 en el papel es un monstruo de alto desempeño, con todo tipo de juguetes electrónicos, un V8 y un motor eléctrico que al unísono le proporcionan 717 hp.
¿Entonces? Pues es crónicamente pesado, superando las 2,5 toneladas con creces. También es bastante agresivo, con elementos en diseño algo exagerados en contraste a sus antecesores. Es un auto fantástico, pero es el primer M5 que se puede considerar un gran turismo para recorrer con lujo autopistas, en vez de un supercar killer en forma de sedán.
Ahí lo tiene, nuestro ranking con lo mejor y lo sobresaliente del BMW M5. ¿Está de acuerdo? ¡Háganoslo saber!
