Aunque Stellantis se deshizo de Carlos Tavares, la crisis para algunas de sus marcas aún no pasa. Maserati estaría en el ojo del huracán, ya que los directivos de Stellantis decidieron cancelar una inyección importante de capital para el Tridente, deteniendo así el desarrollo de varios modelos próximos. La cosa no pinta bien para la marca italiana.
Sí bien es cierto que Stellantis hará lo posible por salvar a sus marcas, ello depende de su desempeño en el mercado. 2024 fue un año terrible para Maserati, con una fuerte caída en ventas de sus modelos y pérdidas millonarias. Detalle que impulsó a Stellantis a negar un salvavidas a Maserati, cancelando el desarrollo de varios modelos.
Lo más peculiar de todo esto es que el gobierno italiano estaría furioso ante la decisión de Stellantis.
Poseidón en crisis
La compañía reveló recientemente, en un informe de inversiones y desempeño, la decisión de no aplicar una inyección de 1,6 billones de dólares en Maserati. Decisión que llama a la cancelación de varios proyectos del tridente a futuro.
Decisión complicada, ya que Stellantis quiere que Maserati viva y dé luz verde a sus modelos eléctricos. Sin embargo, pérdidas que rozan los 300 millones de dólares y una caída del 50% en ventas globales dejan a Maserati en una posición delicada, al menos desde el punto de vista financiero.
Gracias a ello, Stellantis consideraria que Maserati no está en la posición indicada para tal inversión. De paso, proyectos como el MC20 Folgore, el próximo Quattroporte y Levante, todos eléctricos, quedarían en el limbo o serían cancelados de raíz.
Las posibles salidas
Antes de su salida, Tavares criticó duramente a Maserati, citando su mala situación. La marca quiere volcarse a autos eléctricos, pero la demanda por híbridos es algo que no anticiparon. Especialmente en mercados como China o Europa. Está primera será clave, pues allí Stellantis espera que Maserati crezca, estabilice su situación y ahí sí pueda recibir una inversión.
Uniones obreras y políticas llaman a Stellantis y Maserati a definir su futuro en las próximas semanas. El sentimiento es el de salvar a la marca y dejar de desperdiciar tiempo con estrategias de mercadeo, claramente dictado por el cariño de una industria nacional como lo es Maserati para Italia. Aunque un camino muy posible para el Tridente sea fuera de Stellantis.
Una vez más la idea de vender a la marca suena bastante, con interés desde China. De hecho se rumora que Chery podría comprar la marca y eso dicta un tono muy claro para otras marcas de Stellantis, que bien podrían enfrentar un destino similar.
Sea cual sea el caso, Maserati está en una situación precaria. Y sólo podemos esperar que una marca con tanta tradición sobreviva, antes que caer en el olvido o sufrir un destino peor.
