Ha pasado bastante tiempo desde que Volvo reveló que transformarían al S90 en una berlina eléctrica. El resultado es un auto impresionante por su derroche tecnológico, electricidad y un diseño que es a la vez sobrio y poco convencional. He aquí al Volvo ES90, un sedán eléctrico a considerar sí usted es un dignatario o un magnate y quiere una limusina personal.
Es claro que Volvo apunta al BMW i5 y Mercedes-Benz EQE, cargando a su eléctrico ES90 con potencia y alcance de sobra, conducción autónoma y mucho lujo. Podría decirse que es un EX90 sedán y técnicamente lo es, pero Volvo hizo suficiente para darle más poder y una identidad más clara. Cualidades que hacen del ES90 un “sueco” a considerar.
El Volvo más aerodinámico y poderoso
Hay que dejar claro que el Volvo ES90 eléctrico convivirá con el S90, el cual está volcado hacia la hibridación. Y esa parece la estrategia a futuro de muchas marcas, dividir fuerzas entre híbridos y eléctricos.
Volvo equipa al ES90 con uno o dos motores. Un modelo de entrada con tracción trasera ofrece 329 hp, mientras que sí se elige la tracción integral esa figura crece a 442 hp y 670 Nm. Luego está el ES90 Performance, para esos hombres o mujeres importantes con prisa, exprimiendo 670 equinos y un colosal torque de 861 Nm. Suficiente para comerse el 0-100 km/h en 4 segundos.
Dependiendo del modelo, la autonomía de su batería de 88 kWh es de 600-650 km, con los modelos bimotor creciendo a 102 kWh y 700 km. El coeficiente de arrastre de 0,25 cx ayuda al igual que la arquitectura de 800v con carga ultra rápida; Volvo dice que puede añadir unos 300 km de rango con 10 minutos de carga.
Epítome del lujo sueco
Técnicamente el Volvo ES90 eléctrico es un hatchback, cortesía de su compuerta trasera que alberga un juego de ópticas LED en los pilares C, el detalle más peculiar del modelo.
Ese rostro Martillo de Thor se asoma en una nariz minimalista, con pasos de rueda sutiles, una forma de tres volúmenes convencional y ese radar LIDAR en el techo. Allí viven los sistemas que guían las asistencias de manejo, como el control crucero adaptativo, mantenimiento de carril, reconocimiento de tráfico y señales de tránsito, en fin. Google y Nvidia son los responsables del derroche tecnológico.
Una pantalla de 14,5 pulgadas vertical adorna el interior, tal y como el Volvo EX90. Reina la serenidad en esa cabina minimalista, con materiales elegantes y orgánicos, pocos botones y un techo panorámico que puede ser electrocrómico. Detalles como los colores de la tapicería y la luz ambiente se pueden personalizar, por cierto. Un clúster más pequeño de 9” vive frente al volante y la conectividad es inalámbrica, con acceso a aplicaciones de Android.
La electricidad aún es un tema divisivo y sería fácil ignorar al ES90 por ese detalle. Pero, ante sus rivales alemanes, el Volvo parece ser la opción sensata si tiene muchísimo dinero y quiere una berlina con una enorme cabina, 3,1 metros de distancia entre ejes y poder eléctrico.
