La cifra de arriba podrá sonar irrelevante si tenemos en cuenta las monstruosas prestaciones del Tuatara, un monstruo del que ya habíamos escrito. Pero la importancia de que un carro de calle, como el SSC Tuatara, acelere de las 60 MPH (96,5 km/h) hasta 120 MPH (193 km/h) en solo 2,5 segundos radica en que normalmente solo los carros de competencia de tracción total extremadamente modificados lo pueden hacer. Es que ni el Bugatti Chiron puede lograr esta hazaña…
Desenredemos el tema
La tracción o el agarre es un tesoro que los carros necesitan para no derrapar desenfrenadamente por la carretera cual patinador principiante. Es vital para las aceleraciones porque los tiempos solo se alcanzan cuando se logra poner toda la potencia eficientemente en el piso. Esto es más fácil para los carros cuando tienen tracción integral, es decir, cuando las cuatro ruedas hacen fuerza para mover el carro, como es el caso del Bugatti Chiron.
La dificultad radica en que el Tuatara es tracción trasera, es decir que solo 2 ruedas transmiten semejante potencia. Además, recordemos que eso equivale a una superficie de caucho equivalente a 2 palmas de la mano tocando la carretera a la vez. Que el SSC Tuatara logre acelerar hasta las 200 millas con una superficie de contacto tan pequeña es un logro en sí. Controlar 1.750 HP sin perder la tracción y convertir las llantas en humo es una proeza, signo de una ingeniería bien lograda y algo de brujería técnica.
Y si medimos a todos con la misma vara…
Ahora comparémoslo con sus principales rivales en aceleración. El Chiron hace la misma gracia en aproximadamente 4 segundos y el Koenigsegg Agera se tarda 5. La aerodinámica juega un factor importante aquí y más si seguimos comparando cifras. El coeficiente de arrastre del Tuatara es de solo 0.27, mientras el Chiron tiene un coeficiente de 0.36 y el Agera de 0.33. Esto significa que el viento frena menos al SSC Tuatara, permitiéndole alcanzar mayores velocidades con menor esfuerzo.
Que el SSC Tuatara lograra acelerar hasta casi los 200 km/h en solo 2.5 segundos no es para menos. Con estos resultados es fácil suponer que estamos ante el posible nuevo poseedor del récord mundial de velocidad que aún posee el Bugatti Chiron. Esperamos que esta suposición se compruebe pronto…o que Bugatti saque una edición más poderosa de su hiperauto.