La buena noticia es que el Honda Accord está a salvo, la mala es que su hermano lujoso y deportivo no vivirá para ver el 2026. Acura revela que cesará la producción del sedán premium TLX, decisión efectiva de forma inmediata. Así, el Integra resiste como el último bastión de Acura en el segmento de los sedanes, en medio de un portafolio inundado de crossovers.
Porque el cupé-SUV RSX será el sucesor del Acura TLX, cuya producción se llevaba a cabo paralelo al Accord. La fábrica de Honda-Acura en Ohio (EE.UU.) cortará el ensamble del TLX al terminar el mes de julio, cancelando todos los planes de una actualización de este sedán, que sólo tendrá dos generaciones.
Claro declive en sedanes
Lastimosamente la razón es clara como el día: los sedanes ya no venden tanto como los crossovers. Por tal motivo Acura cierra la producción del TLX, cuya presencia en el mercado va en picada y apenas supera el millar de ejemplares vendidos.

Sólo en 2025 Acura logró vender poco más de 3.600 unidades del TLX en Estados Unidos, muy lejos de otros sedanes premium y, por supuesto, los SUVs. Ni el uso de un motor V6 twin turbo con 355 hp a las 4 ruedas del TLX Type S pudieron salvar a este sedán elegante y deportivo.
Sacrificando autos sensatos por crossovers
Es verdad, el Acura TLX era una versión elegante del popular Honda Accord, que aún vende como pan caliente en Norteamérica. Así que es un contraste enorme ver cómo el TLX sencillamente no es exitoso.
El linaje del TLX inicia con el Acura TL en los años noventa, que en sus inicios se basaba en el Honda Inspire japonés. Fue en el nuevo milenio que comenzó a compartir plataforma con el Accord y, en 2015, pasaría a llamarse TLX. La actual generación nació en 2020, con motores turbocargados de 4 o 6 cilindros.

Si bien sensato y bien equipado, el TLX sencillamente no logró ser un éxito en ventas, cediendo su lugar al futuro cupé-SUV RSX eléctrico, junto a otros crossovers de Acura como el RDX o MDX. Así que, sin demasiado ruido, Acura le dice adiós a su sedán insignia, con un futuro claramente enfocado en camionetas para las masas. Lo único positivo que podemos pensar es que ahora el Accord podría heredar ese V6 y traer de regreso la insignia Type R. Se vale soñar, ¿no?