La receta es simple: 2 Mustangs, un Corvette, una vía despejada por delante y muchas ganas de demostrarse entre ellos quien tiene el ego (o la falta de sentido común) más grande. En una situación normal se esperaría que alguno de los Mustangs fuera el responsable de algún accidente, pero no. En un universo paralelo es este Corvette C7 Z06 de 500 HP y 700 Nm quien choca y hace el ridículo y no los ponys, de los que tan acostumbrados estamos. Afortunadamente nadie salió herido, pero seguramente será un muy mal recuerdo que vendrá acompañado de un cheque por varios miles de dólares.
Por alguna razón
El video fue filmado en Grafton, Illinois, y muestra lo que parece una simple rodada con el parche de amigos hasta que, rápidamente, se convierte en un mal día. Los problemas comienzan cuando un Ford Mustang rojo se detiene junto a otro vehículo que no se alcanza a ver en el clip para un “piquesito” casual, usted sabe. La persona grabando el video inmediatamente reacciona: «Oh, don’t!«, «¡No lo hagan!» El Corvette va justo detrás del Mustang y su competidor, acelera para unirse a la diversión y en ese momento la reunión se arruina por completo. Las llantas del Corvette quedan tatuadas en la carretera con la fuerza de la arrancada, pero el conductor pierde el control en cuestión de segundos.
Aquí es donde las cosas se ponen feas. El Corvette C7 Z06 se desliza hacia el lado izquierdo, invade el carril del lado y casi choca con otro Mustang. Peor: el conductor no puede controlar el carro que resulta dando un giro de 180 grados, montándose al separador y resulta en la calzada contraria. Milagrosamente nadie resultó herido, exceptuando claro el Chevy…y el orgullo de su conductor. Otra sería la historia si el vehículo que iba en ese instante por la calzada contraria no hubiese podido esquivarlo o si la carretera estuviese congestionada. Ojalá el dueño del Corvette haya aprendido la lección y a la próxima exprima el rendimiento de su deportivo practicando en un lugar apropiado.
