Hay ideas que la sacan del estadio, y que son universalmente aclamadas. Y en el mundo motor, cuando darle rienda suelta a la creatividad se hace de manera correcta, el resultado suele ser algo en lo que todos nos ponemos de acuerdo. Y eso fue lo que logró Jeep con el Jeepster Beach Concept.
La gente de la popular marca de todoterrenos decidió que la mejor forma de pasar los días de la pandemia fue crear prototipos, y en el caso del auto que protagoniza este artículo, mezclaron perfectamente un Jeep clásico con un Wrangler moderno.
¿La ocasión? El evento anual de Jeep en Moab, donde la marca presenta sus mejores prototipos e ideas, y en general buscar una excusa para conquistar las rocas del desierto de Arizona. Ya le hablamos del Magneto Concept; ahora es el turno del Jeepster Beach Concept, el resultado de la unión entre la carrocería de un Jeepster Commando 1968 y un Jeep Wrangler de dos puertas, creando así un restomod que combina pasado y presente.
Lo mejor de ayer y hoy
El Jeepster Commando nació en 1966 como una respuesta a la popular Toyota Land Cruiser original, la International Scout y el Ford Bronco. Y todos estos son 4×4 clásicos que tanto usted como yo nos encantaría tener.
Eso sí, no me malinterprete, los autos clásicos en su estado original son fantásticos, en especial por su sencillez y carácter. Y Jeep perfectamente pudo restaurar este Commando. ¿Pero qué tal si dejamos volar la imaginación? ¿Qué tal tener un auto con estilo retro pero comodidades modernas? Y en este caso, Jeep le atinó modernizando este clásico a la perfección.
Para empatar el chasis del Wrangler, se recortó la carrocería del Commando unos 12 cm. Los arcos de las ruedas se agrandaron para acomodar las llantas offroad de 35 pulgadas que posee el Beach Concept. Bajo el capó, Jeep tomó el motor 2.0L, 4 cilindros turbo del Wrangler y le añadió una saludable dosis de potencia para entregar 340 caballos y 500 Nm de torque. Para el look exterior, se instaló una jaula antivuelco y se aplicó un precioso color ámbar conocido como “Hazy IPA”, que hace referencia a una cerveza artesanal del mismo nombre, con una tonalidad doble terminada en zinc oxide.
En su interior es evidente que estamos viendo el tablero y asientos de un Jeep Wrangler Rubicon de dos puertas. Pero en los pequeños detalles es donde radica el encanto del Beach Concept. La cabina y tablero están forrados de cuero y plástico color cereza y resaltos color blanco hueso, con stickers para completar la actitud playera. El logo antiguo de Jeep en el timón y costados del 4×4 es un toque sensacional que ayuda a vender la idea que este auto pudo existir en alguna realidad alterna, quizá una en donde todos surfean como si fuera la película Point Break.
La idea del millón de dólares
Es ya una tradición de Jeep presentar un vehículo restaurado o modernizado para su evento anual en Moab. En años anteriores fueron una Wagoneer y una M-175 Gladiator quienes recibieron el tratamiento de restomod. Pero si bien aquellos son prototipos por diversión, el Beach Concept tiene el potencial de ser mucho más.
Es cierto que la rama norteamericana de Stellantis (antes FCA) ha luchado por ser estable y rentable. Y aquí es donde entra el Jeep Beach Concept. Si la marca ofrece modelos o conversiones especiales de sus modelos actuales para que se vean retro, podrían estar sentados en una mina de oro. Y es cierto que hay terceros que hacen ese tipo de conversiones para otras marcas, pero tener una versión oficial de un Jeep moderno con pinta clásica sería un sueño para sus fanáticos.
Tal vez, parte de la respuesta para Jeep y muchas marcas más es mirar al pasado y tomar nota de lo que funcionaba antes. Eso y ofrecernos la opción de tener un auto clásico con las comodidades y mecánica de un auto último modelo.
