¿Ve este auto? Pues así como lo ve, es el vehículo perfecto para un cineasta. O un experto en volar drones. Tal vez usted sólo aprecia un moderno convertible a primera vista, pero este “sueco” tiene un par de sorpresas bajo la manga. Polestar es el responsable tras esta creación, a la cual bautizaron O2 Concept, la cual “representa una nueva era para roadsters eléctricos.” Imagino que es una era más refinada y extrema que el Polestar 2 Artic Circle, que vive para deslizarse en la nieve.
Si de casualidad llega a producirse, este sería el tercer vehículo convertible de Volvo. De ser así, seguiría los pasos del Volvo P1900 Sport de la década de los 50; y del C70 que se produjo en este milenio. La marca empleó la plataforma del futuro Polestar 5 para crear al O2 Concept, sólo que con una estructura modificada y hecha a la medida. A juzgar por el parecido de este convertible con los otros modelos y prototipos de Polestar, no es descabellado pensar que este elegante roadster se produzca. Sería un gran competidor para el BMW Z4 o el Mercedes-AMG SL.
Cupé-convertible con sangre escandinava
Sé lo que está pensando. Quiere saber cómo funciona el tema del dron. No se preocupe, porque no es que sencillamente Polestar tiró el dron más económico que encontró en el baúl del O2 concept y listo. El vehículo como tal funciona como pista de aterrizaje y despegue del dron, mientras se encuentra en movimiento. ¿Cómo es posible? Pues, Polestar creó un área de presión negativa tras los asientos. Todo gracias a un dispositivo aerodinámico retráctil el cual, junto a las líneas del baúl y ductos en los costados, permiten crear esta burbuja “negativa”. El dron fue creado por Aerofugia y posee calidad cinematográfica, además de ser capaz de seguir al O2 a una velocidad de 90 km/h.
Se lo dije, un convertible más que ideal para un director de cine, editor o fotógrafo. Y no es un auto feo para colmo. Todo lo opuesto, gracias a unas líneas que no niegan su futurismo, pero que mantienen el corte clásico de un roadster de antaño. Casi parece una mezcla entre un Nissan Z y un Lotus Elise o Evora. El chasis se compone de aluminio reforzado, que en conjunto con la suspensión y la dirección proporcionan una sensación de manejo ágil y dinámica. Como un Mazda Miata, sólo que más práctico gracias a una cabina 2+2.
Polestar no quiso revelar detalles sobre el motor eléctrico, pero me tomo el atrevimiento de imaginar que el O2 concept cae entre los 600 hp del Polestar 1 y los 402 del Polestar 2. En lo que sí hacen énfasis es en lo ligero que será. Gracias al uso de elementos como poliéster reciclado y un compuesto “mono-material” que compone los elementos de la cabina. Si lo que Polestar busca es crear un roadster liviano, ágil y que produzca sonrisas por kilómetro, creo que van por buen camino. Lo mejor es que también posee techo rígido, para el frío de las montañas de los Andes, o de la península escandinava.