Lamborghini-Urus-S
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Lamborghini presentó al Urus S como la respuesta a un problema que no es el Ferrari Purosangue. En este caso, el lío se llama Urus Performante. Pensémoslo por un momento: el Urus nació como una versión para el día a día de cualquier Lamborghini, haciéndolo más cómodo, práctico y funcional en el mundo real. Hablamos de ese mundo donde hay reductores de velocidad, huecos y familias, ahí es donde un Urus normal es funcional.

El problema es que, con el Performante, el Urus perdió esa practicidad ligeramente, ya que como es rápido y extremo en un circuito, es igual de delicado en el mundo real, como cualquier superauto que se respete. Sin mencionar su suspensión y características de manejo más agresivas. Ahí es donde el Lamborghini Urus S entra a brillar, ya que es un SUV más refinado y práctico para el día a día, pero sin perder la esencia del Toro italiano. Bien podríamos decir que el Urus de siempre se dividió en 2, en el superdeportivo Performante y en el racional y opulento S.

Potencia con más elegancia

El Lamborghini Urus S no es más sonso que el Performante, ya que conserva el mismo motor. El V8 biturbo de 4 litros sigue generando los voluminosos 657 HP y 850 Nm de torque. Es decir, sigue siendo un Lambo tan loco como siempre. La transmisión es la misma secuencial de 8 velocidades y parece que no tiene modificaciones específicas. De la misma manera, el sistema de tracción integral mantiene el mismo comportamiento. Hasta aquí, todo “normal”.

De hecho, esta camioneta no viene con récord de vuelta a bordo, como sí lo hizo el Performante. Lo que sí tiene es un tiempo a 100 km/h en 3.5 segundos, 2 décimas más que su hermano loco. De la misma forma, la velocidad máxima se ubica en los 305 km/h, mientras que el Performante exprime un kilómetro por hora más. Si bien parece que no es mucha diferencia, la pérdida en el rendimiento se debe al aumento de las comodidades.

Una bestia domada

Fuera del alto rendimiento, el Lamborghini Urus S es un super SUV más refinado. Solo hace falta ver el modo de conducción llamado EGO. Este modo no lo tiene el Performante porque no busca explotar las capacidades de la camioneta. En este caso, Lamborghini no explica lo que hace este modo, pero podemos suponer que aumenta la comodidad, así como la suavidad de la suspensión neumática, que es la misma que la del Urus normal. Además de inflar el ego de su conductor. Eso sí, conserva los otros modos de manejo deportivos y de todoterreno.

Luego está la apariencia, que es impropia de la Lamborghini Urus S. Teniendo en cuenta que venimos de ver las locas invenciones de Mansory, es raro ver a esta supercamioneta pintada en gris con negro. De hecho, en general viene con detalles como la placa de deslizamiento, las rejillas de ventilación y el escape pintados en negro mate. El color exterior puede ser el que desee y puede elegir entre 3 diseños de ruedas de 20 a 22 pulgadas. Sin embargo, el estilo general de la carrocería es menos afilado y más civilizado. Para ponerlo en perspectiva, el Lamborghini Urus S es al Performante lo que el Porsche 911 GT3 Touring es al GT3 normal

William Puentes
Periodista y comunicador - aficionado a carros, motos y todo lo que se mueva.

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