«Toretto» criollo choca su Shelby en vías bogotanas

En todo el mundo han circulado videos donde se ven Ford Mustang haciendo de las suyas debido a su descontrolada potencia dirigida a las ruedas traseras; muchas veces causando accidentes ridículos; que generan risa al público debido a que los conductores; pilotos o propietarios que se creen Toretto y al final terminan de cabeza contra los andenes o los postes.

En Colombia ha sido un carro con gran acogida en su última generación debido a su competitivo precio; posicionándolo como uno de los deportivos mas económicos del mercado nacional. Pero esto se traduce en que cualquier persona puede acceder a los caballos briosos sin saberlo conducir realmente. Por otro lado es un carro totalmente aspiracional; al igual que el Camaro, donde es sinónimo de estatus pero el estatus no da habilidad al volante.

Un caso doloroso

Si bien en Colombia los Mustang de última generación abundan; hay en el mercado un vehiculo mucho mas potente y más brioso, logrando tener un motor de 5.2 Litros que arroja 526 Hp y 581 Nm de torque; todo esto enviado a las dos ruedas traseras. Se trata del Shelby GT350.

El pasado jueves 28 de noviembre, en la Calle 100 con Av. Suba; un intento de Toretto, en su flamante Shelby, quiso sobrepasar un bus que estaba esperando para dar el giro; con tan mala suerte que la combinación de una transmisión mecánica, un embrague sensible y toda la fuerza en las ruedas traseras, hizo que con un leve movimiento del timón, el Shelby sobrevira y termina dandole un besito a la buseta.

Pero no solamente fue un besito, fue un restregón y dejó a la buseta sola y abandonada, ya que el Toretto criollo decidió volarse con su vehiculo gravemente afectado, dejando al señor de la buseta embarcado con su medio de trabajo estrellado.

Que podemos deducir de esto … Un Mustang, o un Shelby no es para cualquier persona y que la plata no te da habilidad, es realmente doloroso ver que este tipo de vehículos caigan en la batalla y más triste aún, ver que la gente sabiendo la culpabilidad, deciden volarse. Pobre Shelby, pobre señor busetero y bueno, al final «mi Dios le da pan al que no tiene dientes» … Fin del comunicado.