En 2022 los automóviles de Kia y Hyundai fueron en el centro de atención. No por la calidad de sus productos ni sus galardones, sino por una tendencia bastante negativa en Estados Unidos. Resulta que ciertos modelos de ambas marcas son ridículamente fáciles de robar, disparando el número de autos robados (valga la redundancia) en ciertas ciudades. ¡Hasta en Tik Tok fue tendencia asaltar autos de este tipo! Y para sorpresa de nadie, las compañías de seguros no quieren tocar “ni con una vara de 8 metros” cualquier modelo que sea de Kia o Hyundai.
Una aclaración, y es que esto no afecta a todos los modelos de ambas marcas coreanas. Solo aquellos que usan una llave física, que fueran fabricados en los últimos 15 años y aparentemente que sean del mercado norteamericano. El problema es que las compañías de seguros no distinguen entre estos modelos, y prefieren no ofrecer ningún tipo de cobertura a cualquier Kia o Hyundai, incluso aquellos que no sufren del problema.
Una situación delicada
Nuestros colegas de The Drive se contactaron con varias compañías en EE.UU, preguntando si podían asegurar un Kia Soul. Una de ellas respondió que “ante el alto riesgo de robo en ciertas partes del país ajustamos nuestras políticas respecto a los vehículos que aceptamos asegurar”. En cuanto a otras compañías de seguros, la respuesta fue bastante similar. Algunas se arriesgan a asegurar su Kia o Hyundai (si está en EE.UU), pero por tarifas bastante altas, como 350 dólares de forma mensual.
El problema también reside ante la falta de reacción de ambas marcas. En vez de emitir un llamado a revisión (o recall), Hyundai ofrece un paquete de seguridad que tiene que ser instalado en sus concesionarios por 500 dólares. Parece una solución bastante tibia ante una problemática tan grande, y si no pregúntele a Takata. Como mínimo, Hyundai podría instalar inmobilizadores y rastreadores en sus autos libre de cargos, para evitar una pesadilla aún mayor en los medios.
Algunas ciudades de EE.UU, como Columbus o Los Ángeles, reportan que un 20 a 38% de los autos robados son Kia o Hyundai. El problema no solo es la afectación que reciben los dueños de los autos en cuestión, que no podrán vender fácilmente sus vehículos dados los robos frecuentes y caídas de su valor. También daña la imagen de ambas marcas en Norteamérica, que tanto han luchado por abandonar su reputación de “autos baratos”. Y muchos de los afectados lo pensarán dos veces antes de comprar de nuevo un auto de la marca.