Llámelo sacrilegio pero esta es en esencia la fórmula de un crossover. No queremos decir que esto es un Volkswagen Taos o algo por el estilo, pero es casi lo mismo. La diferencia es que el preparador Delta4x4 le otorga un sabor muy llamativo al Volkswagen Golf R, convirtiéndolo en un 4×4 aventurero muy llamativo que nadie se espera. Como reza un dicho en inglés: Safari all the cars.
Lo que tal vez usted no sepa es que la creación de Delta4x4 es la reinterpretación de un clásico. A Volkswagen ya se le había ocurrido la idea de un Golf 4×4 en los años ochenta, y lejos de ser solo un concepto la llevó a producción.
Aquel Golf se le conoció como Country y era literalmente un modelo de segunda generación con un kit de levantamiento y la apariencia de un 4×4 de la época. Esta fue ensamblada por Steyr (los mismos del Mercedes-Benz Clase G) y tenía tracción en las cuatro ruedas, suspensión mejorada y hasta placas de deslizamiento. No fue tan exitoso y por ello el concepto se descontinuó antes de la tercera generación.
Golf Country 2.0
Delta4x4 quiso reinterpretar esa fórmula con el Golf más poderoso del momento: la versión R. Es una idea fascinante porque el hábitat del Golf R es la pista, los caminos montañosos o incluso el ¼ de milla. A pesar de tener tracción en las cuatro ruedas nadie se arriesga a que toque el pasto o la grava, pero el preparador alemán tenía otras ideas en mente.
Por el momento es un concepto para evaluar su viabilidad, pero de existir el Volkswagen Golf R 4×4 de Delta tendría lo siguiente. Primero la suspensión con un kit de levantamiento de 80 cm, otorgándole bastante despeje, ángulo de ataque y salida. Las llantas de bajo perfil dan paso a unas enormes gomas all-terrain y rines de 18”. En el frente no podían faltar esas luces auxiliares que son estampa de cualquier todoterreno creíble o auto de rally.
Finalmente está la rejilla de carga en el techo, ideal para llevar implementos para acampar, repuestos o combustible extra. Todo el proyecto toma de seis a nueve meses en ser completado, y si Delta4x4 logra convencer a 25 personas de comprar uno, lo producirá. Si no será solo un concepto único que nos de una mirada de qué sucedería si Volkswagen transformara al Golf en un SUV 4×4 creíble. Por cierto, cada conversión costaría unos 35.000 euros, sin contar al Golf R donante, pero con el beneficio de saber que no existirán muchos Golf parecidos a este.