Imagine la llamada al seguro de estos dos conductores. Solo imaginar la reacción de la operadora cuando el conductor del BMW le dice que “golpeó un Bugatti”. La rabia o furia al volante es un suceso del que ningún conductor esté exento, así digan “que nunca se han enojado al conducir”. Tome por ejemplo el dueño de este Bugatti Veyron, que intentó meterse a un carril y nos deja este video en el tiene un accidente menor con un BMW que intentó cortarlo “a las malas”.
No fue en Dubái, porque si bien alí viven bastantes Bugatti, las calles no suelen ser tan congestionadas. Ocurrió en la también importante nación de China, donde suceden todo tipo de accidentes bizarros. Si quiere perder su tiempo busque “dashcam China” en YouTube y vea como toda su tarde desaparece.
Sin dar el brazo a torcer
Un par de estas cámaras dashcam fue la que capturó en video el accidente (o más bien roce) entre el Bugatti Veyron y BMW Serie 2 Gran Coupé. Usted sabe cómo es, un día lluvioso con más tráfico del que se imagina mientras todos quieren llegar a su destino. Usted va por su carril preocupándose por lo suyo cuando alguien intenta cambiar de carril frente a usted. Algunos tienen la decencia de indicar, otros hacen maniobras sorpresivas y en el caso de este Bugatti y BMW, hay quienes intentan forzar el asunto.
La cámara detrás del BMW capta como el conductor de Bugatti intenta entrar al carril a la fuerza, como obligando al Bimmer a ceder y dejarlo entrar. Pero el conductor del BMW no da su brazo a torcer, y acelera para evitar que su rival “exótico” se apodere del carril. El contacto entre ambos es inevitable y el conductor del Bugatti, de forma algo justificada, se nota furioso ante el proceder del otro motorista.
Un Bugatti único en su tipo
Para colmo de males, este no es un Bugatti Veyron cualquiera. Es una edición especial del modelo Sport Vitesse conocida como L’Or Rouge, ataviada con un peculiar diseño negro con rojo en su exterior. Solo existen dos ejemplares en el mundo, y repararlo no es cosa sencilla incluso para alguien con el poder adquisitivo para tener semejante exótico.
El conductor del Bugatti actúa rabioso y casi infantil al inicio, pero luego acepta la responsabilidad del accidente. Aquí arriba le dejamos una imagen de la secuela, que incluye daños notables en los faldones y costados del Veyron. No queremos darle la razón a ninguno de los involucrados, solo recordarle que un poco de paciencia en la vía lo salvarán de dolores de cabeza mayúsculos como este.
