Hay películas por las que tenemos que esperar años por una secuela, y a veces también ocurre algo similar en el mundo automotriz. Rolls-Royce rompió todas esas expectativas y a días de revelar el primero de cuatro Droptail hechos a mano, presentó al mundo el segundo ejemplar. Recibiendo el nombre Amatista (o Amethyst), este descapotable británico es igual o más opulento a su primera encarnación, y probablemente cueste los mismos 30 millones de dólares (estimado).
El Rolls-Royce Droptail Amatista es, en pocas palabras, una mezcla entre el primer Droptail, un Dawn convertible y el igualmente personalizado Boat Tail. Notamos un patrón aquí y es que Rolls-Royce realmente le gusta hacer énfasis en la parte trasera de sus modelos especiales. Sweptail, Droptail, Boat Tail, si tiene esa última palabra probablemente cueste una fortuna.
Inspiración floral y mineral
Sepa que el segundo Droptail usa el mismo V12 de 6 y ¾ de litro con 593 hp que el primero, al igual que capas y capas de insonorización, lujo, suavidad y desempeño. También es obra de la división carrocera de Rolls-Royce que hace todo tipo de creaciones extravagantes a mano, y esta vez se inspiraron en la piedra amatista. ¿La razón? Esa es la piedra bajo la cual nació el hijo de la persona que encargó esta creación, y nosotros comprando cuarzos en las tiendas de la calle pensando que hacen lo mismo.
La elegancia del exterior…
Lo de amatista no solo va en el nombre del Rolls-Royce Droptail. La casa británica agregó esta piedra preciosa al Espíritu del Éxtasis al frente al igual que los indicadores del panel de instrumentos. También se inspira en la planta amaranto redondo, una flor que crece cerca a la región donde vive el dueño de este Droptail. De allí proviene ese exquisito color violeta que adorna el exterior, que incorpora también pequeños brillos en aluminio y una capa plateada para darle un toque “bitono” a la pintura. Pigmentos de amatista también adornan las secciones bajas de la carrocería, construidas en fibra de carbono.
La parrilla minimalista del primer Droptail es más suntuosa en el segundo, luciendo metal pulido a mano que tomó unas 50 horas en ser completado. No obstante la gran diferencia entre el primer y segundo Droptail está tras la cabina. Mientras “La Rosa Noire” exhibía un estilo speedster, el segundo vuelve a esas raíces náuticas incorporando enchapado en madera que decora no solo la cabina sino la parte trasera del vehículo.
Aparentemente este es el Rolls-Royce con la mayor cantidad de madera en su exterior, un récord que solo esa marca puede alardear. Sobra decirlo, pero esta madera es a prueba de agua, sol, resiste altas y bajas temperaturas y hasta le da un toque aerodinámico a la estirada parte trasera del Droptail, que realmente genera carga aerodinámica.
… y la opulencia del interior
En la cabina hay, usted lo adivinó, más enchapado envolviendo el tablero y el contorno tras los asientos. También tiene un techo removible con ventanas “electrocrómicos” con un tinte violeta en ellos. Aparentemente Rolls-Royce probó con 60 tipos de vidrio distintos y 150 compuestos de madera antes de “quedar satisfechos” con los resultados. El resto es lo típico, la sombrilla, botones físicos en metal pulido, mucho cuero y mucha elegancia.
No podía faltar el reloj insertado en el enchapado del tablero, esta vez de la casa suiza Vacheron Constantin. Para ser una oda al exceso y el caro estilo de vida de algunos, ambos Droptail son verdaderas piezas de arte. ¿Será que la tercera parte será igual de espectacular? Probablemente, aunque no sabemos si llegará inmediatamente o tendremos que esperar para conocerla.
