Que un auto eléctrico tenga torque instantáneo no significa que es un modelo de alto desempeño. Seguro, es fácil tomar un sedán o SUV, colocar dos motores eléctricos de potencia generosa y decir que “es deportivo”. Pero algunas marcas han olvidado que para obtener esa designación también se necesita un buen chasis, frenos, suspensión y por supuesto una buena respuesta de la dirección. Tome por ejemplo al BYD Han EV, que se percibe como un sedán de alto desempeño pero cuya prueba del alce demuestra lo opuesto.
Hay que admitir que BYD tiene una ambición bastante grande que ha pagado dividendos. Poco a poco sus modelos híbridos y eléctricos se van tomando diferentes mercados globales, ya que son una alternativa asequible a vehículos de marcas contemporáneas. El BYD Han no es un mal auto con una clara inspiración europea, y aunque tiene el poder eléctrico de su lado, le falta bastante para igualar el desempeño de un Porsche Taycan o Mercedes-Benz EQE, en especial a la hora de la maniobrabilidad.
Un deportivo en el papel…
KM77 es un medio español que se caracteriza por sus pruebas del alce y eslalon, y fue el turno del BYD Han de demostrar su habilidad en ellas. Este Han en particular es un sedán premium con dos motores que juntos erogan entre 487 y 510 caballos. En teoría está a la par de un Taycan GTS, con figuras de aceleración impresionantes: 3.9 segundos de 0 a 100 km/h.
No es que exhiba un desempeño desastroso ni nada por el estilo, ya que el BYD Han no volcó ni salió despedido luego de la prueba del alce. Pero queda claro que el Han no es un sedán deportivo, así su potencia y gomas Michelin Pilot Sport sugieran lo contrario.
… pero la realidad es otra
Comenzando con el eslalon, nuestros colegas de KM77 señalan que el Han exhibe unas características de manejo peculiares. En el modo sport el acelerador es demasiado sensible, resultando en una ráfaga de potencia a las ruedas delanteras. En otras palabras, ese acelerador causa un subviraje notable en el eslalon que evita que el Han aproveche el agarre de sus gomas Michelin. A consecuencia la prueba debe hacerse a una velocidad más conservadora, con un tiempo de 23.9, 2 segundos más lento que un Taycan GTS.
En la prueba del alce ocurre algo similar, el eje delantero quiere “irse” de repente, y no contribuye su acelerador tan sensible. KM77 como su nombre lo indica, hace la prueba del alce a una velocidad de referencia de 77 km/h y luego aumenta el ritmo. El BYD Han no consiguió superarla a esta marca referencial, completando la prueba del alce a 70 km/h.
No es que pierda el control de forma catastrófica ni algo peor, solo que el Han no se desempeña como se esperaría de un sedán deportivo. Es más, se desempeñó de forma perfectamente adecuada. Aunque BYD insista en presentarlo de esa forma, el Han es un sedán más conservador cuya prioridad es viajar con comodidad, en vez de presionar al límite su desempeño.
Claro que esto no es exclusivo de BYD, porque muchos autos eléctricos caen en esta misma categoría. Es cuestión de que las marcas reconozcan estos detalles y hagan ajustes para afinar la maniobrabilidad de sus modelos. Y de paso dejar de ofrecer todo como un vehículo de alto desempeño, porque si todos son deportivos entonces, ¿qué constituye un deportivo real?