No tenemos dudas: esta es la última generación del Volkswagen Tiguan que ofrezca motores a combustión. Junto al Passat, T-Roc y el facelift del actual Golf, aquí termina la historia con propulsión convencional de la casa de Wolfsburgo, y así permanecerá hasta que la humanidad abandone la electricidad. Mejor no pensemos en ese futuro tan distante y enfoquémonos en lo que tiene por ofrecer el Volkswagen Tiguan 2024.
Usando la incansable arquitectura MQB Evo, la tercera generación del Tiguan llega con bastantes cambios por debajo, pero una forma familiar que no se desvía mucho de su antecesor. No solo luce como un crossover del segmento C, tiene la apariencia que ahora esperamos de Volkswagen. Diseño que por estos días mezcla un poco del ADN de sus modelos eléctricos, parrillas y tomas de aire prominentes junto a un corte ligeramente musculoso. En otras palabras, el Tiguan es más grande, más potente y más “rudo”.
El Volkswagen moderno más vendido
Volkswagen abre su presentación del Tiguan 2024 expresando como esta familia de modelos es su modelo más popular. Así es, en Wolfsburgo hicieron a un lado al Golf para hacerle una fiesta al Tiguan. Cuando se venden 7.6 millones de camionetas en 15 años es difícil competir contra ello.
El nuevo Tiguan es ligeramente más grande que la generación que lo antecede, pero es más eficiente, con un coeficiente aerodinámico que pasa de 0.33 a 0.28 cx. Volkswagen también trabajó en su chasis, integrando un control dinámico de suspensión y estabilidad al igual que bloqueo de diferencial electrónico. Detalles que toma prestado del Golf GTI, por cierto.
Ese frente imponente no es coincidencia. Volkswagen dice que integraron ese diseño más musculoso para que el Tiguan tenga una fuerte presencia en el camino. Motivo por el cual muchas personas terminan adquiriendo una camioneta, así que Volkswagen no teme en darle a su público lo que quieren.
Combustión y electrificación al granel
A diferencia de Volvo, que anunció que dejará sus motores diésel, Volkswagen los mantendrá vivos en el Tiguan 2024. Podría decirse que son las opciones de entrada, ambas de 2 litros con 148 o 190 hp a su disposición. Lo siguen los modelos TSI turbocargados, con desplazamientos de 1.5 a 2 litros, algunos de ellos con asistencia eléctrica ligera. Las configuraciones más frugales rondan los 125 a 147 hp, mientras que un Tiguan 2.0 se eleva a 201 o 260 equinos.
Naturalmente hay alternativas enchufables, que ahora reciben una batería optimizada de 19.7 kWh capaz de un rango 100% eléctrico de 100 km. ¿Potencias? Entre los 201 y 268 caballos. En esencia lo mismo que ya conocimos en el Passat, y queda claro que el Tiguan es su versión crossover. Por cierto, las variantes híbridas (PHEV) tendrán tracción en las cuatro ruedas, opcional para la mayoría de versiones convencionales.
Interior demasiado sensorial
Pasamos al interior donde está lo más polémico del Volkswagen Tiguan 2024. Aquí se nota la influencia de sus modelos eléctricos, ya que la marca alemana insiste en colocar pantallas enormes (esta es de 15”), ausencia de botones físicos bajo la pantalla y consola central al igual que un patrón digital que recorre el salpicadero. Todas cosas que no suenan mal, pero Volkswagen quizá se excede un poco en cargar con tantas experiencias sensoriales la cabina.
Por fortuna el volante tiene botones de verdad y las sillas aparentemente son más ergonómicas para viajes largos. Ese patrón lumínico sobre el tablero se extiende a las puertas y una perilla central en la consola para controlar el modo de manejo o iluminación. Son bastantes luces e interfaces frente a los ojos mortales, y quizá eso no sea del agrado para todos.
Respecto a este Tiguan en particular, Volkswagen no reveló si tendrá una variante con tres filas de asientos como su predecesor. Tal vez sea solo para Europa, ya que hay rumores que el Volkswagen Tayron que se ensambla en China asuma el lugar del Tiguan de tres filas de asientos en el resto del mundo.