La respuesta a una pregunta que nadie hizo, pero que nos alegra que tiene solución, eso es la motocicleta que aquí ve. Ducati como buen fabricante de alcurnia siempre gusta de aliarse con sus semejantes, razón por la cual se juntaron con Bentley para concebir una Diavel más exclusiva y extravagante de lo normal. Porque aquella deportiva de tinte cruiser y naked no le bastaba con ser un cohete sobre dos ruedas.
Para aquel fanático de Ducati que lleva las cuentas, esta es la tercera colaboración de la casa italiana con otro fabricante (además de Bentley) para adornar a la Diavel. Ya tuvimos una con el sello de Mercedes-AMG, y una versión 200% italiana cortesía de una alianza con Lamborghini. Faltaba el toque inglés en esta mezcla, y a este ritmo Ducati tendrá que pensar en alguna marca francesa para tener algo igual de exclusivo. Bugatti está a la vuelta de la esquina, por si quieren tocar a la puerta de Molsheim.
La edición especial para cerrar el año
En concreto, la Ducati Diavel for Bentley es una rica edición especial que quiere rendir tributo a un ícono ingles de la belleza y la exclusividad: el Mulliner Batur. En otras palabras es una excusa con un precio exorbitante para ofrecerles a los clientes de Bentley una moto que combine con su cupé inglés de edición limitada.
Por sí sola la Diavel es una completa locura de motocicleta, combinando un estilo agresivo que no tiene pudor a la hora de mostrar su musculatura. Su motor V4 testatretta con válvulas desmodrómicas de 1.2 litros entrega 168 hp hacia las 9.000 revoluciones por minuto, suficiente para superar los 100 km/h en 3 segundos. Notable para una motocicleta que pesa 234 kg, igualando la aceleración del Batur y su enorme W12.
Locura italiana más distinción británica
No hay dudas sobre la mecánica y músculo de la Diavel. Pero al tener el nombre de Bentley, se necesita un traje a la medida para cumplir las expectativas. Ducati lo cumple (de forma muy italiana) tomando prestado el color verde escarabajo del Batur, al igual que tomas de aire rediseñadas para lucir como las presentes en aquel Bentley. Sus rines combinan también con el diseño en forma de cuchillas del Batur.
El sillín único posee costuras rojas, alcántara y el logo de Bentley; el carenado abusa de la fibra de carbono y el escape es más ruidoso porque así lo hacen en Italia. Si eso no es suficiente, 50 de las 500 unidades de la Ducati Diavel por Bentley recibirán el tratamiento Mulliner, que incluye materiales más opulentos, mucha más fibra de carbono y una paleta de colores exclusiva y personalizada. Promoción válida solo para clientes de Mulliner, por cierto.
¿Cuánto cuesta todo este capricho? Agárrese de su asiento (o sillín si está en su moto) porque la Ducati Diavel por Bentley es un costoso regalo de navidad que asciende a los $70.000 dólares. Agregue $20.000 USD a la edición Mulliner, aunque para ser un derroche de dinero titánico, Ducati y Bentley se toman la molestia de entregarle esta motocicleta en un estuche hecho a la medida en madera.
