He aquí una forma absurda de gastar una fortuna, sólo para entrar a Assetto Corsa, Gran Turismo 7 o iRacing y estar a la par de algún extraño con un sencillo Logitech G27. Aquí está el Pagani Huayra, en forma de un avanzado simulador de carreras completo con cabina, sonido envolvente, pantallas y mucha fibra de carbono.
Es más, si no supiera que es un simulador de manejo bien podría pasar por algún artefacto alienígena o de una civilización perdida. Desarrollado junto a Racing Unleashed, este simulador inspirado en el Pagani Huayra R es la forma más absurda de tener una creación de Don Horacio Pagani en su sala de estar y en el mundo digital. Y no, no es más económica que un Pagani real.
Todo un derroche de lujo virtual y real
Cuando una marca exclusiva no anuncia el precio de uno de sus productos, es porque es una cifra estratosférica. Este es el caso con este simulador, cuyo precio podría ser de medio millón a un millón de dólares y, si me lo pregunta, con ese dinero puede hacer cursos de piloto en la vida real.
Así pues, este simulador es una pieza coleccionable, inicialmente disponible para dueños de un Pagani Huayra R. Racing Unleashed es una compañía que trabaja creando simuladores para equipos de F1, así que la fidelidad de esta creación va a ser alta. Sin mencionar que parece más una escultura de algún artista cubista que un simulador.
Más una escultura que un simulador
Una pantalla con cinco protuberancias parece un dispositivo alienígena, pero en realidad es la cámara y altavoces de este simulador, que imitan las salidas de aire en la cabina del Huayra real. Toda la estructura está compuesta de fibra de carbono, imitando la cabina de un monoplaza con la tonalidad verde intensa del Huayra R. Detalles como una silla tipo cubo, arnés de seguridad real y pedales firmados con el logo de Pagani añaden a la opulencia de este simulador. Si eso no basta, estoy seguro que cada dueño podrá personalizar esta creación a su antojo.
Frente al “piloto” aparece un volante original de Pagani, con un sinfín de botones y pedales con sensación auténtica de un Pagani real. Motores alrededor de la butaca producen vibración, con la idea de simular la sensación de pilotar un auto en la vida real. La idea es que los dueños de un Pagani afinen sus habilidades en lo virtual, para luego aplicar lo aprendido en sus superautos italianos en la vida real.
Sí, es una pieza impresionante, pero claramente es de colección. Con una fracción del precio cualquier aficionado puede entrar en este mundo de la simulación y obtener resultados similares. Hay hasta pilotos descabellados ahí afuera que con un control análogo o un joystick son más rápidos que alguien con un simulador.
Así que, la próxima vez que derrote a alguien en una carrera virtual, fíjese si utilizaba un Pagani. Quizá acaba de derrotar a alguien en uno de los simuladores más avanzados del planeta.
