Hace tres décadas BMW pensaba en un M8 con un descomunal V12, pero una recesión económica los privó de hacer realidad su idea. Y hoy en el tiempo presente alguien decidió hacer algo muy similar, más descabellado si es posible. Salude al 858 CSL, un restomod de un BMW Serie 8 el cual recibe un trasplante inimaginable: el titánico V10 del BMW M5 E60.
¡Qué apropiado! Porque justamente el M5 cumplió 40 años y el descabellado E60 estuvo en nuestro podio de los mejores M5. De hecho, para muchos es el número uno y es claro por qué, ese V10 con 500 caballos de potencia que suena como los dioses. Pues bien, el creador de este proyecto decidió que esa banda sonora y caballaje eran lo que el Serie 8 original necesitaba para ser un proyecto como ningún otro.
V10 > V12
Lejos de ser sólo un BMW Serie 8 con el motor V10 de un M5 bajo su capó, este restomod es mucho más. Es una reinterpretación del suntuoso cupé Bávaro de principios de los años noventa, sobre el cual se espolvoreó algo de tecnología moderna y una pizca de elementos de principios de este milenio.
Este proyecto es obra de Reyn Speed Shop e inició su vida como un 850i estándar. Modelo que portaba un V12 de 5 litros y 296 hp, nada mal para su tiempo. No se compara con el V10 S58 de BMW, cuyo desplazamiento fue aumentado de 5 a 5,8 litros, de ahí el nombre 858 CSL.
No tenemos números, pero su potencia bien debe estar hacia los 600 caballos, el doble del original. ¿Lo mejor? Su motor proviene de un M5 norteamericano, el único en tener transmisión manual en su generación. Debe ser un placer absoluto conducir este gran turismo alemán.
El preparador no lo dice, pero la suspensión y frenos se ven modernizados también, con un ligero rebaje para la primera.
Muchos BMW en uno solo
Luego está su diseño, que es una mezcla de varios Bimmers de hace 20, 30 y 40 años. Hay algunos trazos del BMW M1 y del E46 CSL, particularmente en los pasos de rueda ensanchados y rejillas adicionales de ventilación sobre el frente, un poco exageradas si nos lo pregunta.
Rines en forma de turbina y un coqueto bodykit completan la apariencia; sin embargo, el detalle más impactante es el frente. Allí emergen luces alargadas que recuerdan al concepto Italdesign Nazca C2, ese mismo de Need for Speed II y III. Concepto que sería sucesor del M1 y que en este restomod nos deja ver lo que pudo ser un M8 hace 30 años.
Los cambios fueron integrados de forma exquisita en la carrocería, sugiriendo que este Serie 8 no es un restomod, sino un proyecto oficial de BMW, con todo y motor V10. Como un concepto perdido de una realidad alterna.
El Bimmer de un universo paralelo
En su interior es donde la designación restomod cobra sentido. No solo el V10 del M5 mueve este proyecto, su interior también adorna al “858 CSL”. Si bien la cabina original del Serie 8 es sobria, el más moderno interior del M5 no se ve fuera de sitio, incluso con su volante más grande y sistema de info-entretenimiento iDrive controlado con perilla.
Sin dudas es un proyecto único, sin demasiados precedentes. Un Bimmer de un universo alterno con una apariencia que flota entre gran turismo y auto de carreras. Nos alegra que exista y que le muestre al mundo una época nostálgica y muy querida de esta marca alemana.
