No voy a mentirle, la existencia de este concepto nos hace desear regresar el tiempo, a esa era de Citroën llena autos avanzados, diseños impactantes e ideas descabelladas. Como esta en concreto, proveniente de la era que Citroën decidió comprar a Maserati y concebir un deportivo de lujo: el SM.
Modelo que está de regreso, cortesía de la primera década de vida de DS. No importa que existen rumores sobre su posible desaparición, la división de lujo de Citroën celebra esos 10 años con un tributo al SM. Tampoco es relevante que el original tenga 50 años, su silueta encaja perfectamente en este concepto futurista, originalmente concebido por el legendario Robert Opron.
Diseño atemporal transportado a 2024
El Citroën SM Tribute es, sin duda alguna, un ejercicio en diseño. Una pena, ya que tiene la apariencia y elementos que podrían darle vida a un modelo en los próximos 3 a 5 años, así de atemporal es la forma del SM original.
Sin querer ser menos que el Renault 17 retro-moderno, esta interpretación futurista mantiene varios elementos clave del SM. Como el capó largo, imponente y de corte bajo, cuyo frente se ve adornado por luces y cristales ornamentales que encapsulan toda la nariz, al igual que una defensa afilada y deportiva. Remueva las ruedas y es un auto flotante en los Supersónicos o el FAB I de la película Thunderbirds.
La cabina mantiene ese parabrisas alargado adelante y atrás, que se envuelve hacia los costados de los pilares A y C. También tiene esa caída de techo sutil estilo kammback que se extiende hacia la parte trasera, otorgando una vista posterior única. Casi parece una cápsula flotante, tanto en su encarnación original como esta.
Pliegues en los costados dirigen la mirada a la rueda trasera, cubierta como el modelo original. Una pintura en color bronce y negro acentúa la elegancia y es un guiño a los años setenta, mientras que finos filamentos LED doblan como luces diurnas adelante y atrás. Fácilmente el SM Tribute podría encajar en una película futurista o, de nuevo, ser un vehículo cercano a la producción.
Sería una locura NO producirlo
En el interior nos topamos con sillas tipo cubo profundas, con un motivo horizontal que parece envolver a los cuatro ocupantes. Típico de un concepto futurista, abundan las pantallas que recorren todo el tablero, incluyendo una en la consola central y otra en el volante rectangular. Curiosamente este volante no está muy lejos del también rectangular elemento central del timón presente en el original, al igual que los controles de la consola central y radio vertical.
Citroën no nos dice si la suspensión hidroneumática, detalle que rebajaba dramáticamente la altura del SM, sigue presente en su tributo. O si las luces giran al mover el volante, si bajo el capó encontramos un V6 de 3 litros y 174 hp o si está listo para los rallies y competencias de circuito. Seguramente es eléctrico, pero al ser un ejercicio en diseño esas cosas mejor sobra decirlas.
Según la marca, el SM Tribute no llegaría a producción, aunque sí inspirará muchos modelos de DS a futuro. Ojalá uno de ellos sea un deportivo de dos puertas o una berlina de lujo inspirada en estos trazos. Es más, ¿por qué no producir este SM? Sería un auto de boutique para unos pocos, pero le daría bastante prestigio a DS Automobiles. Algo así como una declaración de rebeldía, de no seguir la corriente de los autos de lujo establecidos que pueda elevarlos sobre la competencia, al menos en materia de ambición y diseño.
Ese era el toque del SM original, lucir opuesto y único junto a los gran turismo y autos lujosos de su época.
