Hay que dejar algo muy claro y es que el Volkswagen Polo no llegó a su abrupto final. Por el contrario, sigue adelante más fuerte que siempre. La novedad aquí es que Volkswagen pone fin a 50 años de producción del Polo en el Viejo Continente, dándole paso a la estrategia 100% eléctrica de la marca. En otras palabras, un sucesor eléctrico de algún tipo.
En concreto, dos modelos eléctricos bajo la sombrilla del Grupo VW, bajo los nombres de Volkswagen y Škoda, serán los que ocupen el espacio del Polo en la línea de producción. Eso en Europa, porque al Polo aún le queda vida en otras regiones del planeta, incluida Sudamérica y la misma Europa.
Cambiando de casa
Reportan medios en el Viejo Continente que será una versión del Volkswagen ID.2all concept y el Skoda Epiq los que se produzcan en la planta de la marca en España. En concreto, las instalaciones de Pamplona, que fueron hogar del Polo durante 40 años y que vieron cinco de sus seis generaciones desfilar por allí. Al Polo MK1 original se le ensambló en Alemania, por cierto. En otras palabras, el Polo se mudó de casa y deja algo de incertidumbre sobre su futuro.
Allí el Polo se ensamblaba junto al T-Cross y Taigo (Nivus); estos dos últimos que seguirán en producción de acuerdo a Volkswagen. Eso deja a Brasil y Sudáfrica como las únicas dos naciones que ensamblarán este subcompacto; con la segunda asumiendo la importación del modelo a Europa, donde aún se le ofrecerá en el mercado.
Así pues, casi 8 millones y medio de Polo se ensamblaron en Pamplona, sentando también bases para una eventual alianza con SEAT durante los años ochenta. Y fue algo que ocurrió de forma anticlimática, ya que el Polo simplemente dejó de armarse en España hace unas semanas, eso es todo.
¿Sucesores directos?
Mientras el Polo sudafricano mantendrá alta la batuta del nombre, los dos modelos que vienen son parte de la estrategia de Volkswagen. La marca apuesta con toda a la electricidad, por lo que hicieron el espacio en la línea de producción española para dos pequeños crossover eléctricos, que bien podrían asumir el sitio del Polo.
Serán los VW ID.2all y Škoda Epiq, un par de modelos eléctricos sobre la plataforma MEB del Grupo Volkswagen. Los cuales iniciarían producción en 2025 mientras la línea de producción se ajusta para dar comienzo a su ensamble.
Ojalá esto no sea señal que el Polo tendría los días contados y, como el Golf, su nombre sobreviva en esa transición energética de Volkswagen.
