Lo que parecía un chiste de mal gusto hoy es una realidad. Alpine dejará de producir motores para F1 a partir de 2025, haciendo que su equipo de fábrica vaya en contra de todo lo que es y utilice motores de Mercedes-AMG. Al menos esto último es el rumor casi confirmado, Aston Martin en esencia deja un campo para que Mercedes ofrezca motores a otro equipo que bien podría ser Alpine.
Este es el equivalente a que Mercedes un día decidiera usar motores Honda o si Ferrari por alguna razón no hiciera más motores y moviera a la Scuderia con potencia Ford. Pero es real, la crisis del equipo Alpine va aumentando poco a poco y Renault, cansado de malos resultados, comienza a tomar una decisión que sería clave para el futuro de su equipo en F1, comenzando por sus motores.
La transformación en la superficie…
Así es el asunto: el equipo Alpine F1 posee dos fábricas actualmente, su base principal en Inglaterra (sí, esa cercana a la granja de Jeremy Clarkson) y una segunda en Francia donde se hacen motores. Esta segunda, en Viry-Chatillon, dejará de producir motores V6 turbo híbridos para F1 al culminar el año 2025.
Alpine mudará todas sus operaciones a Enstone (Reino Unido), mientras que en Francia esas instalaciones se transformarán en un centro de alta tecnología. Bautizado Hypertech, allí Alpíne desarrollará tecnologías para sus futuros modelos de calle, sistemas avanzados, entre otros. Quizá alimente al equipo de F1, pero no será el enfoque.
Ojalá ello signifique que los empleados en Viry, quienes protestaron vocalmente ante esta decisión, mantengan sus trabajos o encuentren un espacio en otros equipos. Porque la decisión además de caer mal entre muchos empleados del equipo, señala la dimensión de la crisis del equipo, que hoy en día es penúltimo en el mundial de constructores.
… y la crisis de fondo
Las implicaciones de esta decisión son bastante grandes. Porque nunca antes en F1 una marca automotriz y constructora como Renault/Alpine decidió abandonar sus propios motores. Los rumores de Renault vendiendo su equipo a algún otro postor, como Andretti, comenzarán a rondar el paddock. Además, ese plan de Renault para volver a la cima en cinco años hace rato perdió el norte.
No importa que ya el equipo trabajaba en las regulaciones de 2026. Esta es casi una admisión que la marca perdió la fe en su equipo de F1 y que buscará cómo venderlo, así como ocurrió a mediados de los años ochenta y en 2009. No ayuda el pobre desempeño en la era híbrida, la solitaria victoria en 2021 y un mejor resultado de cuarto en constructores, logros que no convencen a Renault-Alpine de seguir adelante.
Por ahora tambalea el futuro de Alpine en Fórmula 1 y sólo el final de 2025 dirá si la marca decide seguir sólo en nombre, con motores de otro fabricante, si regresan con fuerza o si el equipo caerá en manos de otro postor.
