¿Es un Volkswagen Nivus? ¿un Tiguan X? ¿o un ID.5 Cupé? Si me lo preguntase, la respuesta sería sí a todos los anteriores. Volkswagen dice que el ID.Code, este concepto que aquí ve, fue diseñado con China y sus gustos en mente. Y si bien eso es cierto, lo que aquí aparece es un ejercicio en diseño con el potencial de inspirar al portafolio global de la marca, particularmente crossovers del segmento B, C y D.
Como su nombre lo indica, el Volkswagen ID.Code es un concepto 100% eléctrico, el cual además de servir como un adelanto del futuro de la marca, viene cargado de tecnología autónoma y soluciones para interactuar con otros conductores en la vía. Y, al menos desde la perspectiva del diseño, Volkswagen nos dice que un auto como el ID.Code está muy cerca.
Diseño actual y elegante
Como diseño, el concepto ID.Code de Volkswagen es pulcro, elegante, sin ninguna exageración ni detalles demasiado futuristas. Es un auto que bien podría entrar al portafolio de la marca mañana y no luciría fuera de sitio.
En ese sentido, los diseñadores de la división china de VW lograron concebir una silueta que encaja con todos los crossovers que posee la marca en la actualidad. Si lo encoje un poco, bien podría ser el Nivus latino. Con su tamaño actual está entre un Tiguan y un Teramont (también llamado Tavendor o Atlas). Si vamos hacia lo eléctrico, el ID.Code bien podría darle forma a las siguientes generaciones del ID.3, ID.4 e ID.5.
Se aprecian detalles como los pasos de rueda sin demasiados adornos, un corte estilo shooting brake del techo hacia los pilares C y D, faros LED con una firma lumínica interesante y que adornan sin mayor adorno la parte delantera y trasera. En general es un ejercicio en diseño bien logrado, cuya única intención no es ser sólo una cara bonita.
Demostrando la tecnología del mañana
¿Recuerda que Volkswagen quiere seguir el camino de la autonomía? Pues bien, para ello sirven esas luces en esa forma en específico. Estas imitan el parpadeo de un ojo humano, sugiriendo que el ID.Code está vivo y observa sus alrededores, a través de un sinfín de sensores bajo esa barra LED que detectan la vía, obstáculos, señales de tránsito y todo lo necesario para conducirse solo.
Volkswagen apunta a autonomía nivel 4, que no requiere de la participación activa del conductor. Por eso es que la cabina es más una sala de estar llena de interfaces para distraerse mientras el ID.Code lo transporta de A hasta B. Las sillas delanteras giran 180° para conversar con los pasajeros de atrás. Incluso la cabina tiene un asistente que permite al ID.Code interactuar con otros autos, saludar al conductor y dar reportes del clima.
Ah sí, es un concepto eléctrico con al menos dos motores eléctricos y baterías de Ion-Litio, cuyas prestaciones Volkswagen no reveló. Lo cierto es que el ID.Code, más que un concepto futurista, es una plantilla que sentó las bases para futuros modelos de Volkswagen, no sólo en China, sino en el resto del mundo.