He aquí los frutos de la alianza entre Toyota y BYD, además de ser otra muestra que la industria china poco a poco conquista el mundo. Le presento a los Toyota bZ3C y bZ3X, dos modelos eléctricos exclusivos de China que prueban una sola cosa: la marca japonesa no abandona por completo este tema de la electricidad. Eso sí, responden a esa necesidad apuntando a un mercado en el que la demanda por estos vehículos va al alza, en contraste al resto del mundo.
Y es que, cuando se tiene una alianza con BYD, es natural que Toyota conciba modelos eléctricos para dar la pelea en China. Si el resto del mundo los quiere, le aseguro que estos modelos no tardarían en extenderse por Europa. Si ambos le resultan familiares, es porque son las versiones de producción de los conceptos bZ Sport y Flexspace, revelados hace un año en Shanghái.
Crossover eléctrico con aires atléticos
En este dúo de eléctricos de Toyota para China, sin duda el que más resalta es el bZ3C. Casi parece una versión eléctrica del Toyota Crown Crossover, sólo que con unas dimensiones distintas. Es el típico hatchback con suspensión ligeramente levantada, un aspecto musculoso y el frente afilado con el diseño hammerhead ya característico de Toyota, que le valió un galardón en diseño.
Rines aerodinámicos y un techo tipo liftback adornan el resto del diseño. Adentro emerge una cabina espaciosa y muy minimalista, con iluminación ambiente y una consola central con pocos botones. Una enorme pantalla domina el tablero, además de un head-up display frente al conductor. Casi parece un producto diseñado por BYD y no por Toyota, que aún cree en los controles físicos.
Un SUV más convencional
En contraste, el Toyota bZ3X es un SUV más convencional de dos volúmenes. Con un diseño similar marcado por ese frente afilado, el bZ3X es la versión final del concepto Flexspace, casi idéntica en su apariencia externa. Cambia fuertemente su interior, que posee un volante circular convencional y la misma gran pantalla del primer modelo. La cabina utiliza colores más sobrios y relajantes en contraste al bZ3C. Note, por cierto, los sensores en el techo, indicativos de un radar tipo LIDAR.
Toyota fue escasa en los detalles de ambos modelos eléctricos, revelando nada más su llegada en breve a China. Se desconoce la naturaleza de su tren motor y batería pero, si tuviese que adivinar, deben ser similares al bZ3 sedán, también exclusivo de esa nación.
Este cuenta con una batería tipo Blade de BYD que ofrecería una autonomía por encima de los 500 km, junto a un motor eléctrico en el eje delantero que entrega unos 181 o 241 caballos de potencia. Y, ¿quién sabe? Tal vez este par de modelos eléctricos señalen el futuro de algún vehículo en Occidente, como la RAV4 o el mismo Crown Crossover/Sport.