El mes pasado BMW armó “un alboroto” en sus redes ya que cambiaron completamente por unos días. ¿La razón? Una inteligencia llamada Dee se presentó, haciendo preguntas a la comunidad y actuando como si tuviera consciencia propia, como alguna vez lo fue TayAI de Microsoft. Tan pronto como apareció, Dee se despidió, prometiendo que regresaría pronto. No tuvimos que esperar mucho porque BMW acaba de revelar un nuevo concepto bastante intrigante, el i Vision Dee que desfiló en el Consumer and Electronics Show de Las Vegas.
En pocas palabras Dee es la inteligencia artificial que acompaña a este concepto i Vision de BMW. Y funciona como un abrebocas de lo que podrían tener los autos bávaros en el futuro, con una personalización completa y una interfaz que aprenda junto a su dueño y lo acompañe, cual película futurista. Espero que no sea como Hal 9000 en Odisea en el Espacio y se vuelva malvada, rehusándose a arrancar o dejar escuchar su emisora favorita.
“Cambia de color y sin agua fría o caliente”
Dee significa Digital Emotional Experience, o experiencia digital emocional. Al igual que el proyecto de Sony y Honda, este concepto se enfoca en la experiencia de sus pasajeros por encima de la movilidad o prestaciones, solo que a un nivel mucho más extremo y personalizable. Para empezar, el BMW i Vision Dee cambia de color, y no con agua como los autos de Hot Wheels. Su carrocería usa un biopolímero o E-Ink que le permite vestir al auto del color que se le ocurra. Literal un día el Dee puede ser amarillo con líneas negras, y al otro puede tener todos los colores del arcoíris, su imaginación es el límite.
Esa tecnología ya la vimos en un iX solo que aquel concepto utilizaba blanco y negro únicamente. Hasta 32 colores pueden aparecer en el exterior de Dee, con 240 secciones individuales que pueden ser controladas de forma independiente. En pocas palabras, usted puede tener su propio art car y creerse Jason Pollock con el diseño más abstracto que se le ocurra.
Siguiendo ese patrón de personalidad, el rostro de Dee (que me recuerda a la hermana de Dexter, Dee-Dee) reacciona según su estado de ánimo. Es decir, el frente y parte posterior donde van las luces puede variar para mostrar emociones como alegría o sorpresa. Incluso el auto es capaz de mostrar un avatar creado por su conductor en las ventanas e interior, que supongo también le dará un rostro a Dee a la hora de interactuar con su interfaz. Dicho de otra forma, BMW le dará al mundo un auto capaz de crear su propia “waifu”, y no creo que en Bavaria comprendan el peligro de semejante proposición.
Todo se podrá personalizar… en el futuro
Otro elemento extravagante en el BMW i Vision Dee es el hehco de que sus ventanas son en esencia pantallas. Un head-up display que lo envuelve y puede mostrar películas o cosas así, y que BMW dice que llegará a sus autos reales, aunque en una capacidad más reducida y segura. En contraste a su personalidad externa explosiva, el interior es bastante minimalista. Allí encontrará un tablero con superficies táctiles para controlar la pantalla proyectada sobre el vidrio frontal y un volante en forma rectangular con bordes redondeados.
Si mira con detenimiento el diseño tiene un tinte retro, y es porque BMW se inspiró en el 2002 para crear a Dee. Se nota en especial en su silueta y el marcado Hofmeister Kink que tanto caracteriza a los autos de la marca. Este es uno de los primeros conceptos en usar la nueva plataforma Neue Klasse, y lleva consigo la antorcha de propulsión eléctrica de BMW del futuro.
La marca espera integrar esa conexión “hombre-máquina” en sus futuros vehículos, aunque quizá no de una forma tan radical. Si la idea es crear un auto que se pueda personalizar al gusto de su dueño, el Vision Dee es un triunfo rotundo, y la idea de cambiar de color el auto cuando se quiera es ganadora. Solo espero que no sea un absurdo sistema de suscripción como ya planea BMW con otras funciones.