Rimac-Nevera-R
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Si Christian von Koenigsegg es el jefe final de los híper deportivos con motor a combustión, entonces Mate Rimac es su homólogo para exóticos eléctricos. ¿Quiere pruebas? Le presento al Rimac Nevera R, un vehículo completamente absurdo, innecesario, excesivamente potente, enfocado a derretir su cerebro con la aceleración y agarre del que es capaz. Y, en ese sentido de máquina para recordar la mortalidad del ser humano, tiene éxito.

Al final del día, esa es la razón por la que un puñado de personas en el mundo son pilotos de carrera. El motivo por el que cruzar la barrera de los 1.000 o 2.000 caballos de potencia es un mal necesario. Es la incesante búsqueda de la velocidad y poder más allá de la comprensión humana. El Rimac Nevera R no es el primero, pero al día de hoy representa el poderío y potencial máximo que contienen los deportivos eléctricos.

Rimac-Nevera-R

Un millar de caballos al cuadrado

Limitado a 40 ejemplares, el Nevera R es un vistazo a lo que será un auto de carreras para Le Mans eléctrico. Mate Rimac decide exprimir cada voltio de la batería de 108 kWh y cuatro motores del Nevera “estándar”. El resultado es una potencia descomunal de 2.107 caballos. Leyó bien, dos mil ciento siete caballos de potencia.

No quedan dudas que es el auto de producción más potente de la historia. Los cuatro motores estrenan un sistema de vectorización de torque para domar tantos equinos, junto a frenos carbocerámicos con mejor refrigeración y calzado Pilot Sport Cup 2.

Las celdas de la batería reciben una composición de níquel-manganeso-cobalto más eficiente, mientras que todo el conjunto de baterías adoptan una forma de T para aprovechar mejor el espacio. La idea es que resistan más el uso extensivo en pista, que es la idea tras el Nevera R. Quisiéramos ver a alguien danzar con los 2.107 hp que esta bestia produce en una pista, como un ballet letal.

Máquina para destrozar récords

Mate Rimac dice que su demencial creación va de 0 a 100 km/h en 1,7 segundos, décima y media más rápido que el Nevera “normal”. Su ¼ de milla ocurre en 8 segundos, tiempo necesario para exceder los 300 km/h. Y quién sabe cuál será su velocidad máxima, seguramente mucha más que los 412 km/h que alcanzó el Nevera sin la R.

Rimac-Nevera-R

La aerodinámica fue retocada por completo, con un enorme alerón en la parte trasera, junto a un difusor más grande y parte baja del chasis para dirigir de forma más eficiente el flujo de aire. Al frente se encuentra un splitter y una columna de dirección con mejor respuesta.

Por todo lo demás, no hay cambios en el interior. El Nevera R es un modelo exclusivo para quien pueda costearlo (es decir, el 1% de la humanidad) y destruir récords. Ya Rimac se lanzó en varias ocasiones a una tirada romperécords de días e incluso semanas, así que esté atento para todo el tipo de registros de aceleración, vueltas al Nürburgring y velocidad tope que marcará este demencial “ventarrón croata”.

Rimac-Nevera-R
Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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