Pininfarina-B95-Barchetta-Battista
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Este viernes de Pebble Beach llegó cargado de estrenos, modelos especiales y locuras en su gran mayoría eléctricas. La gente de Pininfarina, no contenta con revelar un concepto en forma de camioneta eléctrica (y no fue la única en Monterey), decidió presentar otro modelo especial. Derivado del exótico Battista, el Pininfarina B95 es un roadster en el sentido más puro de la palabra, ofreciendo la escalofriante idea de disfrutar 1.877 caballos de potencia con el viento golpeando en su rostro.

Así es, un roadster o speedster con más potencia que toda la grilla de Fórmula 1 en 1950 junta. Tal vez esa sea una exageración pero el punto que queremos hacer es que el Pininfarina B95 es más extremo que el Battista, así ambos compartan el mismo tren motor. Sistema de propulsión que también mueve al Rimac Nevera, completando así la santa trinidad de autos eléctricos con desempeño fuera de este mundo.

Una joya sonriente y sin techo con el poder para causarle un buen susto a cualquiera.

La B es de Barchetta… y de bastante rápido

Una forma cruda de describir al Pininfarina B95 es declarar que solo es un Battista con su techo cortado. Pero Pininfarina es una casa que se destaca por su excelencia en diseño y su orgullo italiano (así sean parte del Grupo Mahindra). Barchetta significa “deportivo sin techo y lancha pequeña”, y eso es exactamente lo que es el B95. Por cierto, el número 95 es en referencia a los 95 años de Pininfarina, que se cumplirán en 2025.

Su carrocería tipo speedster fue adornada bellamente con dos túneles aerodinámicos (y unidades antivuelco) tras los asientos, un deflector de aire, un corte bajo de carrocería y Pininfarina tuvo el detalle de incluir cascos. Detalle más que necesario para aprovechar un vehículo así.

El frente luce más agresivo, con un porte que recuerda a un tiburón blanco buscando su presa dada su sonrisa malévola sobre el splitter. Es un auto ciertamente seductor y digno de admirar, con un balance ideal entre curvas suaves y ángulos agresivos. Un tributo a la italiana al título de Nino Farina en Fórmula 1, si quiere verlo así.

Capricho para billonarios

Pininfarina nos dice que este deportivo a la antigua es capaz de demoler el 0 a 100 km/h en 2 segundos y una velocidad máxima por encima de los 300 km/h. Imagine sentir esa velocidad en su rostro. La batería es la misma del Battista, aunque Pininfarina no sugirió figuras de autonomía para el B95. No que importen mucho porque quien compre uno de estos no está en lo más mínimo preocupado por ese detalle.

Su cabina está envuelta de forma suntuosa con cuero y un clásico patrón a cuadros, para lucir como un auto de carreras de antaño. Dos pequeños deflectores se despliegan frente a conductor y pasajero para protegerlos del embiste del viento. Por si los cascos, que pueden ser personalizados, no bastan.

Pininfarina sólo hará 10 ejemplares del B95, cada uno hecho a la medida de su comprador. ¿Nos arriesgamos a decir el precio? Porque usted y yo bien sabemos que un exótico de estos está al alcance de muy pocos.

Si aún sigue aquí, el privilegio de un deportivo de alto impacto como este es 4.8 millones de dólares. Ni la lotería alcanza para semejante privilegio.

Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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