Tener tantos vidrios y ventanas es cosa del pasado, igual nadie usa los retrovisores y para eso existen las cámaras. Esa es la lógica tras el nuevo Polestar 4, un cupé-crossover eléctrico que se une a las líneas de la casa premium sueca (o china, si quiere verlo así) para darle más variedad a su portafolio. Y con eso nos referimos a que es un Polestar 2 pero más levantado y con un frente más aerodinámico.
Lo que Polestar quiere es que usted piense diferente, aunque no se atrevieron a eliminar las demás ventanas, solo la trasera. Entendemos que las cámaras son una bendición tecnológica, pero quitar la ventana trasera era algo que no imaginamos un fabricante haría, al menos tan pronto. Incluso un Lamborghini o Ferrari tienen una, así no sirvan para nada más que proteger la cabina.
Ver para atrás es cosa del ayer
Si le suena el concepto, es porque ya Polestar lo había hecho. El Precept Concept es un prototipo que Polestar dijo que produciría, y que a grandes rasgos posee todos los elementos en diseño del modelo que aquí ve. La diferencia es que el Polestar 4 es un crossover y tiene la suspensión levantada, mientras que el Precept era un sedán (o gran cupé) más estilizado. No obstante, comparten el frente, elementos de la cabina y la forma aerodinámica en forma de gota de agua, con la ausencia de vidrio trasero.
Para compensar este aspecto por supuesto que hay una cámara trasera que en todos momentos muestra una imagen en el retrovisor digital. Diríamos que es para ahorrar vidrio, pero el techo es 100% panorámico en este material, así que no tiene sentido. Es de esas cosas que una marca intenta a ver si se vuelve tendencia y todos lo copian. Sin importar que acaban de crear un punto ciego enorme para el conductor y pasajeros. No sé usted, pero a nosotros nos gusta ver para atrás de vez en cuando.
Es una elección peculiar, pero que encaja en ese concepto minimalista que sigue Polestar. En general el Polestar 4 adapta las líneas del Precept y la filosofía de la marca de forma apropiada. No son nuestro tipo de vehículo favorito, pero en cuanto a cupé-SUVs se refiere, el Polestar 4 es uno de los más atractivos y mejor logrados. Solo ignore el intento por imponer una tendencia, aunque quién quita que funcione y los fabricantes desechen los vidrios traseros. Ojalá que no.
Atlético en diseño y desempeño
Volviendo a temas más convencionales está el motor, que transforma al Polestar 4 en el modelo más rápido de la marca. Sus dos propulsores (uno por eje) producen 536 caballos de potencia, o 272 si prefiere la variante con un único motor. La batería tiene 94 kWh, soporta hasta 200 kW de corriente directa y es capaz de cargar otros electrodomésticos o vehículos eléctricos con su carga bidireccional. ¿O-100 km/h? Eso sucede en cuatro segundos o menos.
Así como el Polestar 3, el interior es una mezcla simple de lo necesario con una gran interfaz de Google. Esta última tiene 15.4 pulgadas y el truco más interesante es que tiene la habilidad de cambiar su interfaz a letras amarillas cuando cae demasiada nieve y se necesita un contraste en el color de la información en pantalla. Como se trata de Volvo, está lleno de elementos en seguridad y los primeros pasos para conducción autónoma, al igual que materiales reciclados y reaprovechados por doquier.
El modelo se producirá en las instalaciones de Geely en China y llegará a más mercados fuera de esa tierra oriental. Polestar se anima a colocar su precio en el rango de los 60.000 USD, que lo coloca bastante bien entre el Polestar 2 y 3. Ya veremos si el concepto de quitar la ventana trasera funciona.