La propiedad más mágica del Auto Salón de Tokio no está en todos los proyectos y locuras tuning que allí se reúnen. Es ver todas esas joyas prohibidas que nunca tendremos porque se quedan solo en conceptos y que enamorarían a los entusiastas. ¿No me cree? Aquí le tengo dos ejemplos que no necesitan bodykits extremos ni cantidades exorbitantes de potencia para demostrarlo: los Mazda 3 y MX-5 Miata con el sello de Mazda Spirit Racing.
Podrán estar diseñados para divertirse en el circuito y competir en serio, pero lo que aquí ve es el Mazdaspeed 3 y Miata que todo el mundo merece. Es decir, un aspecto más agresivo, piezas para lucir rápido e ir más rápido y lo mejor de todo: transmisiones manuales. Si Mazda quisiera podría concebir un hot hatch para derrocar al Volkswagen Golf GTI y estos proyectos son prueba de que tendrían éxito en semejante empresa.
Nacidos por y para el circuito
Mazda nos cuenta que esta dupla de un 3 hatchback y MX-5 Miata roadster están inspirados en los competidores del equipo Spirit Racing en el Super Taikyu. Sí, esa serie japonesa que recibe con brazos abiertos a todo tipo de fanáticos, pilotos aficionados y profesionales para disfrutar la escena automovilística en lejano oriente.
Ambos modelos lucen la insignia R de Mazda Spirit y parten de sus contrapartes de calle, sin mayores cambios en sus plantas motoras. Los dos conservan su motor 2,0 aspirado, con jugo suficiente para erogar 180 a 190 caballos de potencia. Las mejoras aquí están en la suspensión, chasis, llantas y frenos, algo que se conoce coloquialmente como Stage 1. Lo mejor es que ambos conservan sus tres pedales, ingrediente esencial e infaltable si se quiere aspirar a un auto divertido.
Si bien Mazda no lo confirma, no descarte algunas mejoras en el motor para cruzar el umbral de los 200 a 250 hp. Ya verá por qué es importante ese detalle.
Desempeño y apariencia prometedores
Los dos modelos reciben discretos faldones y elementos aerodinámicos en la línea baja de la carrocería, con un color negro que combina con los rines estilo Volk que ambos lucen. La suspensión tiene coilovers para rebajar la altura, los frenos ventilados son firmados por Brembo y las llantas integran espaciadores para aceptar cauchos más anchos.
En la cabina un cuero forrado en gamuza y sillas tipo cubo saludan al conductor, invitándolo a conducir al límite cortesía de esos arneses rojos dignos de un auto de carreras. Acentos rojos por dentro y fuera de la cabina completan el apartado estético, al igual que un coqueto pero discreto alerón para el 3.
Lo mejor de todo esto es que Mazda nos confesó que planea analizar estos dos conceptos para “llevarlos a la fase de producción”. Mazda sabe que sus aficionados a veces quieren desbloquear más desempeño, y con estos 3 y MX-5 Miata Spirit Racing podrían saciar esa hambre de desempeño que tienen. Pase lo que pase Mazda, si deciden producir esto por favor incluyan a Occidente, hace falta un buen hot hatch con el sello de Hiroshima en Latinoamérica.
Mazda también exhibió a sus modelos que compiten en el Super Taikyu de forma más oficial, todos alimentados por combustible sintético más verde.
◇東京オートサロン現地レポート③◇
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