Luego de dos años, Fórmula 1 regresa al circuito de Imola, luego de una inundación bíblica en 2023 y la pérdida del gato oficial de F1, “Formulino”. Carrera que prometía una batalla titánica entre Max Verstappen contra los Ferrari y McLaren, que llegaron al circuito en uno de sus mejores momentos. Y, si vio las últimas vueltas, el GP de Imola no decepcionó.
No importa que el de siempre ganó, esta vez fue distinto. Fue como un flashback a las temporadas 2020 y 2021, cuando Verstappen no tenía el mejor auto y aun así lograba ganar a punta de talento y garra. Aunque no ganó el que muchos querían, McLaren dejó claro que “está respirando en la nuca” de Red Bull y que 2024 podría ser un año más interesante de lo que creímos.
Largada sin drama
Por primera vez en mucho tiempo, el Red Bull no fue el más rápido de la grilla, a pesar de estar en pole. La diferencia la puso el talento de Verstappen quien, en la largada, fue acechado por ambos Ferrari y McLaren. Y si bien el tricampeón logró conservar la punta, no logró escaparse del todo de Lando Norris.
Desafortunadamente, Imola no es un circuito que se presta bien para esta generación de monoplazas de F1. Al ser bastante técnico y algo estrecho, rebasar aquí es una tarea complicada. No ayuda la gran envergadura de estos autos y sus problemas persistentes con la turbulencia. Así que, por gran parte de la carrera, tuvimos una procesión monótona, aunque con un hilito de esperanza ya que nadie en pista logró sacar grandes diferencias respecto a sus perseguidores.
Cincuenta vueltas de procesión
Por el momento, la diversión fue cortesía de McLaren y Ferrari, ocupando las casillas segunda a quinta. Sí, todos estaban estancados al no poder rebasar al otro, pero tuvieron su batalla psicológica que se resolvió en pits, ya que McLaren logró sacar diferencia importante respecto a la Scuderia.
Más atrás, el otro Red Bull estaba irreconocible. Checo Pérez tuvo un fin de semana complicado, chocando en prácticas y viéndose eliminado en Q2. En la carrera tuvo un despiste y no pudo salir del octavo puesto, peleando contra Yuki Tsunoda, Daniel Ricciardo y Nico Hülkenberg, todos tres haciendo una buena carrera.
Y así, parecía que teníamos en manos una carrera típica con Verstappen adelante, perfecta para caer dormidos. Imagine la sorpresa cuando, faltando unas 10 o 15 vueltas para el final, Norris decidió ponerle picante al asunto y demostrar que lo de Miami no fue coincidencia. Al británico le quedó gustando el sabor de la victoria, ¿no?
That's 59 Grand Prix victories for Max! 👏
But boy, he had to work for that one! 🥵#F1 #ImolaGP pic.twitter.com/OsOXVPnfsC
— Formula 1 (@F1) May 19, 2024
Duelo de talentos, no máquinas
Fue una ilusión enorme sí, pero demostró algo concreto: Red Bull ya no tiene el mejor monoplaza. Siguen estando entre los más rápidos, pero McLaren y Ferrari están ahí, a muy pocas décimas.
Lando Norris despertó la magia de su MCL38, recortándole hasta seis décimas por vuelta a Verstappen. Fue toda una experiencia ver al británico llevar al límite a su “papaya voladora”, presionando más de la cuenta y perdiendo un par de décimas. Adelante, Verstappen sudaba la gota gorda mientras se concentraba en hacer las vueltas más perfectas de su carrera.
Norris se quedó una vuelta corto y mereció ganar, pero Verstappen sacó a relucir su talento verdadero y mostró que sus títulos y dominio no son coincidencia. Por primera vez en mucho tiempo, el piloto hizo la diferencia, que en este caso fueron unas seis o siete décimas nada más.
Claro que, si le pregunta al público presente, nada de eso importa. Lo que cuenta es que Leclerc defendió los colores de los tifosi, quienes inundaron el circuito y corearon en honor al joven as de Ferrari, quien consiguió el primer podio en F1 de la Scuderia en Imola en casi 20 años, desde Michael Schumacher en 2006.
🏁 Max holds off Lando to the flag
🏆 Ferrari on the podium on home turf
📈 Lance marks 150 starts with pointsHere's the top ten from the #ImolaGP 👇#F1 pic.twitter.com/KZQDswSHcC
— Formula 1 (@F1) May 19, 2024
