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Si todavía no ha ido a ver Ford vs Ferrari, en Fuel le tenemos la lectura perfecta mientras espera que pasen los cortos. La película, pese a ser excelente, tiene pequeñas inconsistencias aquí y allá. Por ejemplo: no muestra el origen real del Ford GT40 y Ken Miles sí fue a Le Mans en 1965, pero concentrarse en estos detalles sería perderse de la emoción de la trama. Si le interesa saber la historia completa detrás del GT40, siga leyendo…¡pero ponga su celular en modo silencio si está en el cine!

¡Lola-mentará, Sr. Ferrari!

Como bien retrata la película el objetivo del Ford GT40 era derrotar a Enzo Ferrari en su propio juego y sin importar el precio. Sin embargo, Henry Ford II era perfectamente consciente de que su compañía no tenía experiencia con carros de motor central. Lo único medianamente parecido que habían hecho era el prototipo Mustang I presentado en 1962 y equipado con un motor V4 de 1500cc. Pero lo que a Ford le faltaba en experiencia le sobraba en aliados: Cooper, Lotus y Lola. Cooper fue descartada pues su desempeño en la F1 iba en picada; Lotus estaba concentrada en sus esfuerzos en la Indy así que tampoco fue por ahí.

Sí, esto es un Ford.

Lola, en cambio, tenía experiencia diseñando carros de motor central y también en Le Mans así que su jefe, Eric Broadley, se unió al proyecto. Lo acompañaron John Wyer, el director del equipo con el que Aston Martin y Caroll Shelby ganaron Le Mans en 1959, y el ingeniero detrás del Mustang I, Roy Lunn. Los tres lideraron el desarrollo de la primera encarnación del Ford GT40: el Mk.I, fabricado enteramente por Ford Advanced Vehicles en Inglaterra, equipado con el V8 4700cc de un Ford Fairlane y una transmisión Colotti. Matt Damon y Christian Bale todavía no aparecen en esta historia, digo Caroll Shelby y Ken Miles, pero su ayuda pronto sería necesaria.

Mk.II: el de la película

El Ford GT40 se estrenó en 1964 y su desempeño en Le Mans fue un rotundo…fracaso. El carro era rápido, pero la transmisión era patéticamente frágil, el chasís peligrosamente inestable y los tres GT40 inscritos resultaron abandonando la carrera. Para 1965, Ford remplazó a Wyer por Shelby como director del equipo y este, a su vez, reclutó a su piloto probador estrella: Ken Miles. Juntos realizaron una serie importante de cambios al carro y regresaron a Le Mans en 1965 con el motor 7000cc del Ford Galaxie, pero no fue suficiente y los dos Ford GT40X del equipo Shelby-American se retiraron con problemas de transmisión.

¿La diferencia entre el Mk.I y el Mk.II? Juzgue usted mismo…

La paciencia de Ford se agotaba, así que Shelby y Miles realizaron MÁS cambios y para 1966 regresaron a las pistas con el GT40 Mk.II. Visualmente eran muy similares, pero la lista de cambios respecto al Mk.I era enorme. Además del motor 427, el Mk.II tenía una caja reforzada completamente nueva, una trompa más aerodinámica, un chasís más rígido, radiadores más eficientes, mejor refrigeración y discos ventilados diseñados para ser cambiados rápidamente. ¿El resultado? Bueno, si se lo dijera le estaría contando el final de la película así que saltemos a 1967 y el GT40 Mk.IV.

Mk.III, Mk.IV y…¿Mk.I?

La cuarta versión del GT40 fue tal vez la más radical. Shelby-American rediseñó el chasís y la carrocería prácticamente desde cero incorporando novedosas técnicas de materiales y superficies aerodinámicas. Fabricado enteramente en USA, con motor y pilotos norteamericanos, el Mk. IV le dio a Ford la primera victoria 100% estadounidense en Le Mans ‘67. Ken Miles no corrió en esa ocasión, pero su participación en el desarrollo del Mk.IV fue vital para el éxito de este proyecto. No me extenderé mucho sobre el Mk.III pues no era un modelo de carreras, sino una serie limitada que se vendió al público.

El prototipo J-Car que, gracias a Ken Miles, se convirtió en el GT40 Mk.IV

Curiosamente, el GT40 volvió a ganar en Le Mans en 1968 y 1969, pero en versión Mk.I. ¿Por qué volver a usar una plataforma anticuada que no dio resultados? Resulta que en 1968, la FIA cambió el reglamento y limitó el tamaño de los motores para los prototipos a 3000cc. Los vehículos deportivos de producción todavía podían usar motores de hasta 5000cc y John Wyer, aprovechando que varios GT40 Mk.I fueron vendidos al publico, corrió la categoría Sport 5.0 con el patrocinio de Gulf Oil. Estos Mk.I, sin embargo, no eran iguales a los de 1964, pues incorporaban muchas lecciones aprendidas con anterioridad.

Ahí lo tiene, la historia completa detrás del carro estadounidense que hizo historia en Le Mans en los años 60. Ya puede guardar su celular y disfrutar la pelicula, con todo y el hermoso sonido del Ford GT40.

Alejandro Ramirez Pulido
Redactor Web de la revista Fuel, corredor amateur y bicho raro de tiempo completo.

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