Akira-Toriyama-autos
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Con tristeza es mi labor decirle que Akira Toriyama falleció esta semana. Su muerte ocurrió el primero de marzo, pero se mantuvo privada hasta hoy. Su legado es inmensurable, desde infinidad de personajes, historias, mangas, arte conceptual y su obra maestra: Dragon Ball. Pero, hay un detalle muy particular que reluce en todas las obras de Akira Toriyama y es su fascinación por los autos, motos y máquinas de ciencia ficción que nutren el universo que el hombre plasmó en sus historias.

Es más, me atrevo a decir que, de no ser un dibujante de manga, don Akira Toriyama pudo ser un excelente diseñador de autos, aeronaves o maquinaria industrial. Así que es más que apropiado honrar su memoria haciendo un muy breve, pero sentido repaso, a esa pasión mecánica y sobre ruedas que Toriyama plasmó en sus diferentes trabajos, desde Dragon Ball, Dr. Slump, Sand Land hasta videojuegos como Chrono Trigger.

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Una foto inédita de Toriyama con su Autobianchi A112 y sus motocicletas.

Y sí, nos concentraremos en autos, pero el trabajo de Akira Toriyama incluye aviones, tanques, motocicletas y naves espaciales, todas con una pizca de ficción y realidad.

QVOLT por Toriyama

Podría iniciar con cualquiera de las famosas portadas del manga Dragon Ball, en la que aparecen todo tipo de autos al estilo de Akira Toriyama. Pero no, voy a empezar con un vehículo que existió en la vida real y que Toriyama diseñó: el QVOLT.

Una curiosidad eléctrica fruto de la compañía CQ Motors, el QVOLT es una curiosidad eléctrica concebida por Toriyama, inspirado en un roadster de los años treinta y con las proporciones exageradas que el dibujante solía imprimir en sus dibujos automotrices. Tenía un motor eléctrico con una velocidad tope de 30 km/h, una autonomía que rondaba los 90 km y espacio para una persona. Sólo nueve ejemplares existen y apuesto a que es el ítem de colección definitivo para cualquier fanático de Dragon Ball.

Autobianchi A112 Abarth

Si Hideo Miyazaki se enamoró de un Citroën 2CV, ese amor automotriz para Toriyama fue el Autobianchi A112. Luego de ganar fama gracias al comic Dr. Slump, Toriyama usó sus ganancias para comprar un ejemplar de este auto italiano. Y no cualquier A112, la versión Abarth que, si quiere debatir, es posiblemente el primer hot hatch de la historia.

Akira Toriyama creció con un padre mecánico, así que era natural su pasión por los autos. Lo curioso es que se enamorara de un auto italiano. Otro detalle peculiar de aquel A112 es que tenía el nombre del estudio de Toriyama, pero en italiano (Bird Studio=Uccelo Studio).

Eso y que, como era de esperarse, un A112 con el estilo de Toriyama apareció en Dr. Slump y Dragon Ball. Aquí aprovecho para hablar del estilo de Toriyama al dibujar vehículos, siempre con trazos fieles al modelo real, pero con proporciones muy peculiares. Casi parecen autos “apachurrados”, con cabinas grandes, distancias entre ejes cortas y ruedas pequeñas. Si quisiera describirlo con una palabra, sería “caricaturesco”, pero con una fidelidad enorme a los autos reales en los que se inspira.

Renault 5 Turbo

Hablando de hot hatches, uno que muchos recordarán de los días de Dragon Ball es el auto de Bulma. Sí, la joven Bulma conducía un Renault 5 Turbo, hasta que se encontró por primera vez con Goku quien, ni corto ni perezoso, lo destruyó por pensar que era un monstruo.

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Aun así, el R5 apareció en varias ocasiones y portadas de los manga de Dragon Ball. De hecho, se volvió una costumbre de Toriyama dibujar a los personajes de Dr. Slump y Dragon Ball conduciendo diversas creaciones automotrices de la época.

Un detalle que no puedo dejar escapar: las cápsulas. Bulma y su familia eran los inventores de estos cilindros que, al activarse, revelaban todo tipo de modos de transporte escondidos. Desde autos flotantes (inspirados en modelos reales), casas completas para acampar o naves espaciales. Y una motocicleta con techo, que Bulma usa luego de perder al R5, con un diseño que quizá inspiró a la BMW C1 años después.

Toriyama, Ayrton Senna y la Fórmula 1

Una de las historias más fascinantes y quizá menos conocidas es el encuentro de Toriyama con la Fórmula 1. Honda era aliado de McLaren en su mejor época y Japón no pudo evitar enamorarse de F1, lanzando varios manga inspirado en las carreras. Al Gran Premio de Alemania de 1990 fue enviado Toriyama, en donde conoció a Ayrton Senna y nos dio un manga-reportaje llamado Battleman F1 Grand-Prix, con los McLaren MP4 dibujados en el estilo de Toriyama.

Por cierto, Shonen Jump, donde se publicaba Dragon Ball, era patrocinador de McLaren por ese entonces, razón por la cual Gohan y Goku aparecen al mando de un MP4/5 de la época.

Mercedes-Benz pickup

Quizá uno de los diseños más famosos que decoró la portada de un manga de Dragon Ball es este. No solo Akira Toriyama dibujó al Mercedes-Benz 190E (uno en el que también ganó Senna), decidió reinventar ese auto alemán como una pickup. Con el Maestro Roshi al volante, Toriyama diseñó un 190E decorado con el logo de Kamehouse y cuya área de carga es aprovechada para llevar una motocicleta clásica.

Akira Toriyama no sólo tenía pasión por los autos, también por las motos, siendo dueño de modelos como una Vespa. Así que, de forma predecible, varias motocicletas aparecen en sus trabajos, algunas de ellas con un toque de ciencia ficción, como las motos flotantes de Dragon Boy, trabajo previo a Dragon Ball.

Tanque 104 de Sand Land

Uno de los trabajos que encapsuló muy bien esa fascinación por las creaciones mecánicas y fantásticas fue Sand Land. Haga de cuenta que es una mezcla de Mad Max con Metal Slug y una pizca de Tank Girl. Publicada en el año 2000 y con un videojuego en camino, los protagonistas de Sand Land viajaban en un tanque bastante peculiar, con tintes de la segunda guerra mundial.

Observe el detalle de las orugas y las proporciones que flotan entre lo fantástico y realista. La única razón por la cual Sand Land es una historia corta es porque Toriyama se cansó de dibujar tantas veces ese tanque tan detallado.

Y es que el hombre participó como diseñador en muchas producciones futuristas creando esas máquinas o robots fantásticos, como el universo Chrono Trigger, Dragon Quest y la película Crusher Joe.

El personaje principal de Mr. Ho en un Porsche 356 flotante. Mismo manga en el que un Ferrari Dino flotante aparecía.

Chevy Bel Air y Porsche 911

Una mención especial a dos vehículos interesantes, ya para cerrar. Primero, el Chevrolet Bel Air 57 de Kaiosama y segundo un Porsche 911 conducido por el Maestro Roshi. Este último cubierta de uno de los manga y que hizo parte de nuestro último video, el Kia K3, que se convirtió en un homenaje sin querer al buen Toriyama.

Mustang P-51

Sí, termino este pequeño homenaje al genio mecánico de Toriyama con un avión. En concreto, el North American P-51 “Mustang”, avión de combate en la Segunda Guerra Mundial y que adorna una portada de Dr. Slump, con la personaje/robot Arale volando en un P51 como si fuera un corcel en el lejano Oeste.

Déjeme cerrar con esto: Toriyama era un genio a la hora de dibujar todo tipo de creaciones mecánicas. Y su legado, tanto por Dragon Ball como por esa pasión por los autos, jamás será olvidada. Descansa en paz, Akira, un buen viaje por el Camino de La Serpiente para encontrar a ese Kaiosama que te espera en el cielo.

Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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