Vector-M12
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Vengan a mi, fanáticos de los Gran Turismo clásicos, porque todos ustedes conocen muy bien el auto que verán a continuación. El Vector M12 no es un Lamborghini, así lo parezca, en realidad es un auto mucho más descabellado. Es el sueño americano en forma de supercar, además del final de una compañía pequeña que cayó en manos extranjeras y que nunca emergió como un rival para Lamborghini o Ferrari.

Por fortuna, Vector fue inmortalizada gracias a Gran Turismo 2, en gran parte porque los derechos para colocar la marca en el juego eran más económicos que Porsche, Ferrari o Lamborghini. Cómo olvidar como todos, cuando jóvenes, mientras jugábamos Gran Turismo 2, veíamos un Vector aparecer y preguntarnos: “¿qué carajos es Vector?”

Y si tenía poca suerte, un bug de Gran Turismo 2 hacía que usted se enfrentara a un Vector con un auto lento por 30 vueltas de Trial Mountain.

Admire esa forma abstracta y futurista, el Vector W8 era cocaína pura hecha auto.

El sueño americano… con mucha locura

Éramos muy pequeños realmente para saberlo o para tener un póster con alguno de estos flamantes autos. Vector es el sueño de Gerald “Jerry” Wiegert, un ingeniero estadounidense que, al instante de recibir su titulo de diseño, decidió crear un auto. El hombre desarrolló a lo largo de los años setenta lo que sería el Vector y luego Vector W2, un superauto con forma de cuña que parecía una alucinación inspirada por una noche llena de alucinógenos y “polvo blanco”.

Contrario a esos molestos italianos y sus exóticos bellos, Vector imaginaba un auto para la era digital. Líneas agresivas y angulares, tomas de aire absurdas, alerones descomunales y motores turbo. Sí, en la época que el Corvette no tenía su prestigio y el Dodge Viper no existía, Vector alimentaba sus sueños con motores V8 de Chevrolet turbocargados. 

Dada la escala pequeña con la cual Vector producía sus vehículos, un prototipo del W2 y menos de 20 W8 fueron completados. Así llegamos a los años noventa.

Asiáticos pretendiendo ser americanos

Para esta época Vector seguía siendo una compañía pequeña. Una que se alistaba para producir al radical WX-3, hasta que el gigante indonesio Megatech se apoderó a la fuerza de Vector, con cierta corrupción del dictador de Indonesia de por medio. Compañía que en ese momento acababa de comprar Lamborghini y tuvo una idea maravillosa: usar el chasis del Diablo para darle vida al más absurdo WX-3.

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Sólo el Lotec C1000 y el Cizeta V16 se acercan al diseño radical del M12 en su época. Y ninguno usa rines de tres brazos con tanto estilo.

Así nace el Vector M12, en esencia un Lamborghini más agresivo (si puede creerlo) de un universo alterno. Schwarzenegger o Stallone pudo pilotar uno de estos bebés, arrojando bombas y rescatando chicas rubias en alguna película futurista. Estoy seguro que el M12 encajaría perfectamente con el ambiente y personalidad de ambos.

Megatech tomó el chasis y V12 del Diablo, reemplazando al V8 twin turbo de 7 litros y 1.000 hp que Wiegert quería para este modelo. Su diseño fue retocado un poco, se agregaron más tomas de aire y alerones ridículos y el resultado es el exótico americano más memorable de la historia. En un tiempo que el Viper existía, su apariencia no era nada junto a un Vector M12. 

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Y sí, era un Diablo con otro traje, pero era innegable lo espectacular que lucía. Tanto así, que Megatech tuvo la maravillosa idea de llevarlo a carreras de resistencia como Le Mans y competir en las 24 horas, con poco éxito la verdad. 

Una joya a la venta

La realidad es esta: el Vector M12 lucía espectacular, pero no era la visión original de Wiegert. Además, era más caro que un Lamborghini y más lento, con una calidad que dejaba mucho que desear culpa de Megatech. Tan mala fue la gestión que Vector cerró sus puertas y sólo 14 ejemplares del M12 fueron completados. No sin antes irse con un último grito de gloria en Gran Turismo 2, donde algunos tuvieron el gusto de usar ese raro exótico para ganar carreras. Al menos era más fácil de controlar que el monstruoso TVR Speed 12.

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El único M12 que compitió sin éxito. Note el Panoz Esperante atrás del Vector.

Por eso es que cada vez que un M12 sale a la venta es todo un espectáculo, fue la oportunidad perfecta para recordarlo en esta breve retrospectiva. El ejemplar que adorna estas palabras es el número 4 de 14 y estuvo en manos de Jeremy Clarkson para una prueba de manejo en Top Gear. No la versión moderna, esa más seria que existió en los años noventa. 

Con un V12 de 5,7 litros, 492 hp, una transmisión de 5 cambios, tracción trasera y uno de los diseños más salvajes de los noventa, este M12 rojo está a la venta. Para sorpresa de nadie cuesta una fortuna ($225.000 dólares es la oferta actual de la subasta). Pero hay algo que el Vector logra sin sudar una gota y es esto: robarle toda la atención a cualquier Ferrari o Lamborghini, no importa que sean más rápidos.

Si alguien está completando su garaje de Gran Turismo 2 en la vida real, aquí está uno de los “premios” más difíciles de conseguir. Sí, más que las carreras de resistencia de ese juego o de entregas posteriores.

Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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